La "incertidumbre" sobre la situación de Cataluña rebaja las perspectivas de crecimiento económico para España en 2018, un ejercicio que en principio se presenta como "muy favorable", según ha expuesto hoy en Bilbao el responsable de estudios del BBVA, Rafael Doménech.

Doménech ha participado en un coloquio sobre perspectivas económicas organizado por la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi (Adype) junto a los responsables de los servicios de estudios de CaixaBank, Oriol Aspachs, y de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga.

En su intervención se ha referido a la previsión de crecimiento económico en España, que ha situado en el 2,5 por ciento para 2018 tras ser rebajada en cerca de cinco décimas por la "incertidumbre" creada por el conflicto catalán, y ha augurado que si dicha incertidumbre persiste varios meses el impacto podría llegar a restar un 1,1 por ciento.

Ha asegurado, no obstante, que si dicha incertidumbre se despeja en un espacio corto de tiempo habría que revisar de nuevo la previsión al alza, ya que 2018 se presenta como un año "muy favorable y con un entorno externo también muy favorable", lo que se une a una previsión de reducción de la inflación hasta el 1,4 por ciento y un crecimiento del empleo de un 2,3 por ciento.

La tasa de paro se situaría en un 15,5 por ciento o incluso por debajo del 15 por ciento para finales de año, y ha mantenido que pese a lo positivo del descenso del número de desempleados, la cifra sigue siendo "inaceptablemente alta".

También ha advertido de que la situación en Cataluña "acapara portadas" de los medios de comunicación y "desvía la atención de otros problemas urgentes" de la economía española, entre los que ha citado nuevas reformas del mercado de trabajo.

"España está bien y se sitúa económicamente en la media europea -ha dicho- pero tiene espacio para crecer y podría hacerlo en medio punto adicional".

Madariaga ha hablado, por su parte, de las previsiones de crecimiento económico para Euskadi elaboradas por Laboral Kutxa -2,9 por ciento en 2017 y 2,7 por ciento en 2018- y ha indicado que serán revisadas como consecuencia de la crisis catalana, lo que se traducirá en una "resta de décimas".

Ha mantenido que, con independencia de la situación en Cataluña, las perspectivas para la economía vasca en 2018 son "positivas" y eso supondrá, en su opinión, una reducción del paro (11,7 por ciento en 2017).

A ello se unirá una baja inflación y un entorno financiero "óptimo", que incidirá en un crecimiento "moderado del consumo".

El director de Macroeconomía de CaixaBank, Oriol Aspachs, ha hablado en su exposición exclusivamente de las perspectivas mundiales para 2018 y ha cifrado en un 2,5 por ciento el crecimiento en los países desarrollados, que llegaría hasta el 5 por ciento en los denominados países emergentes.

Ha lanzado el mensaje "positivo" de que la economía mundial "lleva una buena marcha" en un escenario de "relativa calma geopolítica y macrofinanciera", aunque ha precisado que existen "riesgos".

Entre ellos ha citado el alza de los "populismos" en algunos países desarrollados o el mandato del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien genera "incertidumbre" porque resulta "difícil adivinar qué decisiones tomará".

Sobre Europa, en concreto, ha afirmado que el Banco Central no subirá los tipos de interés de los préstamos hasta mediados de 2019 y respecto al Brexit ha opinado que se logrará un "acuerdo suave" que permitirá a Gran Bretaña "cierto" acceso al mercado único -aunque fuera de la unión aduanera-, así como cierta libertad de movimiento y determinadas contribuciones al presupuesto de la UE.