Un préstamo o crédito rápido es un interesante recurso que se nos pone a nuestra disposición para hacer ciertos pagos con los que no contábamos. Y es que vivimos en un momento en el que la economía no pasa por su mejor momento; un día podemos tener un trabajo en el que estamos ganando una gran cantidad de dinero, y al día siguiente nos encontramos engrosando las enormes listas del INEM.

El IVA aumenta al mismo tiempo que lo hacen el resto de los impuestos (como el IRPF). Por otra parte, las empresas también aumentan el coste de sus servicios. Sin ir más lejos, la factura de la luz se ha incrementado más del 200% en los últimos 100€, haciendo que paguemos una media de unos 50-60€ al mes, aunque hay gente que pagan más de 200€ sin casi poner la calefacción.

¿Qué hacemos si se nos presenta una factura elevada y no la podemos pagar? El problema de no hacerlo, incluso de hasta retrasarnos un poco, es que todo ello puede incurrir en la generación de intereses muy elevados, para finalmente cortarnos el suministro. Si esto ocurre con la empresa de la luz, el reenganche puede ser muy costoso (de cientos de euros):

Una buena alternativa para hacer frente a este pago son los minicréditos para todos; es decir, créditos que son ofrecidos por empresas especializadas cómo Freezl.

¿Y por qué deberíamos apostar por este recurso y no por un préstamo bancario? A continuación analizamos este tema en detalle:

Préstamos rápidos vs préstamos bancarios

Rapidez: Si tenemos que pagar una factura, más nos vale hacerlo cuanto antes; cómo ya hemos dicho, no hacerlo a tiempo genera intereses y deriva en el corte del suministro en cuestión. Si vamos con la deuda al banco, el encargado de turno nos indicará que hay que cumplir con una serie de requisitos para poder acceder a un crédito, tendremos que rellenar mucho papeleo, y esperar un tiempo para que se proceda con la aprobación. Lo peor de todo es que pueden pasar semanas hasta que sepamos algo y la respuesta puede ser ‘No’.

Pedir créditos online Freezl o con una entidad relacionada, minimiza el tiempo de espera. Esto no quiere decir que la respuesta a nuestra solicitud siempre vaya a ser “Si”, pero, en caso negativo, no tendremos que esperar mucho para saberlo, lo que nos dará más margen.

Mínimos requisitos: A diferencia de lo que nos van a pedir los bancos, en las entidades de créditos rápidos nos van a pedir lo mínimo; por ejemplo, una copia de nuestro DNI, un documento que acredite que estamos percibiendo ingresos regulares, y nuestro número de cuenta bancaria. En el mismo proceso inicial podemos saber si nos dan o no el ingreso.

Variedad & comodidad: Además, tenemos una gran variedad de empresas especializadas en créditos rápidos para elegir la que más nos convenga, y todo el proceso se puede hacer desde Internet sin complicaciones.

Estas son las principales ventajas de pedir un crédito online.