La economía española creció el 0,8 % en el tercer trimestre de 2017, una décima menos que en el trimestre anterior, según ha confirmado hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En comparación interanual, la economía avanzó un 3,1 %, de los que 2,7 puntos -cuatro décimas más que en el trimestre anterior- fueron aportados por la demanda interna y 0,4 puntos -cuatro décimas menos- por la exterior.

El empleo aumentó a un ritmo anual del 2,9 %, lo que supuso 501.000 nuevos puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.

Solo entre julio y septiembre, el empleo creció un 0,8 %, una décima menos que en el trimestre anterior, al mismo ritmo que la evolución de la economía.

También en comparación trimestral, el consumo de los hogares se mantuvo en el 0,7 %; mientras que la inversión subió al 1,3 % desde el 0,6 % del trimestre anterior.

Tras esta evolución, está el fuerte aumento hasta el 2,5 % de la inversión empresarial (bienes de equipo) que el trimestre anterior se había quedado en negativo (0,1 %).

Por el contrario, la construcción moderó su ritmo al pasar del 1 % al 0,3 %.

En cuanto a la demanda exterior, tanto las exportaciones como las importaciones se mantuvieron planas frente al alza del 0,1 % de las primeras en el trimestre anterior y el descenso del 0,7 % de las segundas.

Desde la oferta, destaca el aumento de la actividad en agricultura, que creció un 1,2 %, mientras que se ralentizó en industria hasta el 0,4 % y se mantuvo en construcción en el 1,1 % y en servicios, en el 0,8 %.

El empleo creció a mayor ritmo que hace un año en todas las ramas de actividad, a excepción del sector servicios, donde lo hizo a un 2,6 % frente al 3,1 % del tercer trimestre de 2016.

De la consideración conjunta del crecimiento en volumen del PIB trimestral y de los datos de empleo ocupado, resulta una tasa de variación anual de la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente del 0,3 %, una décima superior a la del trimestre anterior.

La variación anual del PIB a precios corrientes fue del 4,2 %, lo que deja el deflactor implícito de la economía en el 1 %, tres décimas más que en el trimestre anterior.

Frente a esto, el coste laboral unitario bajó el 0,2 % con una subida de cuatro décimas en la remuneración de los asalariados que pasó del 2,9 % al 3,3 % en tasa anual en el tercer trimestre de 2017.

Este resultado es consecuencia del comportamiento tanto del número de asalariados (que aumentó un 3,2 % frente al 3,1 % del trimestre anterior), como de la evolución de la remuneración media por asalariado (que registró una tasa del 0,1 %, frente al -0,2 % del segundo trimestre).

Por su parte, el margen empresarial (excedente bruto de explotación) también mejoró al pasar del 4,7 % al 5,1 %.