El Gobierno ha elevado en cuatro décimas, del 2,3% al 2,7%, su previsión de crecimiento económico para 2018, gracias a la mejora del entorno exterior, la recuperación y normalización de la actividad en Cataluña y la mejora de la inversión empresarial en el inicio del año.

Así figura en la actualización del cuadro macroeconómico presentada este martes por el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo y, por primera vez, por el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Román Escolano, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario, reunido para aprobar el anteproyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018, que vienen acompañado de un nuevo escenario macro.

Escolano ha destacado que la nueva previsión refleja un crecimiento "fuerte, equilibrado y que sin duda sitúa a España en cabeza un año más del crecimiento económico entre los grandes países europeos".

Así, ha explicado que la mejora se explica por la mejora del marco económico exterior y el alza de la economía internacional, la estimación de la recuperación y normalización de la actividad económica en Cataluña y la mejora de la formación bruta de capital, especialmente de la inversión empresarial, que presenta un tono "muy fuerte" en los primeros meses del año.

"Es una revisión al alza importante, pero dentro de los márgenes de prudencia que consideramos habitualmente", ha subrayado Escolano en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Los dos reactores de la economía española, demanda interna y externa, están funcionando a la vez, lo que indica que la expansión es sostenible", ha añadido.

En concreto, la demanda nacional aportará 2,3 puntos frente a los 1,8 puntos porcentuales en la anterior previsión, con un comportamiento más dinámico de la inversión en capital fijo y del consumo. Por su parte, la demanda externa aporta una décima menos de lo previsto en el anterior escenario, hasta las cuatro décimas.

La mejora de las previsiones se produce después de que en el borrador presupuestario remitido el pasado mes de octubre a Bruselas el Ejecutivo rebajase en tres décimas, del 2,6% al 2,3%, su previsión de alza del PIB para este año y elevó en una décima, del 2,2% al 2,3%, su estimación de déficit público para 2018, como consecuencia del impacto de la situación política en Cataluña por el desafío independentista, que cifraba en unos 5.000 millones de euros, y por la ausencia de los Presupuestos de 2018.

No obstante, tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como el exministro de Economía, Luis de Guindos, ya habían adelantado que se volvería a mejorar la previsión de crecimiento a "al menos" el 2,5% y que si se conseguía la normalidad política en Cataluña se podrá crecer incluso alrededor del 3%.