Las empresas españolas se encuentran entre las que mayor tiempo deben esperar para cobrar sus facturas, con una media de 78 días en 2017, frente a los 66 días de promedio a nivel mundial, según refleja un estudio de Solunion y Euler Hermes, que alerta del deterioro generalizado de los plazos de cobro.

Entre los distintos sectores, las empresas españolas con mayor demora en el cobro fueron las del sector del petróleo y el gas, con 131 días de espera, por delante de las de la construcción, con una media de 111 días, y las tecnológicas, con 109 días, mientras los mejores datos de cobro correspondieron a las empresas ''retail'', con 20 días de espera, las de transporte, con 46 días, y las de telecomunicaciones, con 51.

Entre los 36 países analizados, solo Marruecos, Italia y Turquía, con una media de 83 días de espera, Grecia, con 89 días, y China, con un periodo medio de cobro de 92 días, registraron plazos más prolongados, mientras Nueva Zelanda, con 43 días de media, fue el país con menos demora, por delante de Sudáfrica, Dinamarca y Austria, con 50 días.

A nivel mundial, el periodo medio de cobro de las empresas se situó en 2017 en 66 días, lo que representa el mayor plazo de espera desde 2007, mientras los autores del estudio prevén que la demora en el cobro alcanzará un promedio de 67 días en 2018.

En este sentido, los expertos señalan que este deterioro "refleja la relajación de los estándares de pago entre empresas", señalando que existe una correlación clara entre el periodo medio de cobro y la actividad económica global. "Ahora que la economía mundial está mejorando, las compañías tienden a confiar más en sus clientes, a pesar del aumento de las insolvencias empresariales de grandes empresas", apuntan.