El presidente de BBVA, Francisco González, ha asegurado que a finales de este año dejará todos sus cargos en el banco, con lo que cierra la posibilidad de asumir un puesto honorífico, y a pesar de su edad, a punto de cumplir 74 años, está dispuesto a reinventarse.

"Yo algo haré, seguro. Me tengo que reinventar, que es algo que siempre ha hecho", explica el banquero en una entrevista colgada en la propia web del banco tras anunciar que el consejero delegado de la entidad, Carlos Torres Vila, le sucederá en la presidencia de BBVA en enero de 2019.

Aunque los estatutos del banco permitían que Francisco González estuviera al frente de BBVA hasta marzo de 2020, la primera junta ordinaria que celebraría cumplidos los 75 años, ha creído conveniente no agotar los plazos y considera que su sucesor y mano derecha en los últimos años es "el líder idóneo".

Tras su retirada del banco, González podrá dedicar más tiempo a su familia, aunque reconoce que le interesan también nuevos proyectos de jóvenes emprendedores y se muestra "convencido" de que su experiencia les podría ayudar.

Recuerda las caras de asombro de hace años en reuniones con otros banqueros de entidades globales y supervisores cuando hablaba del impacto de la disrupción tecnológica, de la que ahora todos ellos hablan, para insistir en que BBVA tiene hoy una posición privilegiada en esos aspectos por su anticipación.

También defiende la gestión basada en los principios, la independencia, porque insiste en que hay que saber decir que no, y el equilibrio de poderes para evitar la concentración de poder.

"Yo nunca he participado en una decisión sobre un petición de crédito, viniera de donde viniera. Lo que los equipos técnicos deciden y proponen en BBVA es lo que se hace", ha sentenciado.

El banquero añade que echará de menos al equipo del banco y también extrañará no viajar tanto, no por el viaje en sí, sino por la oportunidad de seguir aprendiendo y conociendo tantas otras realidades.