El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha apostado hoy por rebajar las primas e impuestos en el recibo de la luz a las industrias para ajustar lo máximo posible el gasto eléctrico al coste por generación y distribución.

Así lo ha pedido el presidente de la patronal española en declaraciones a los periodistas en Alicante al ser preguntado por el anuncio del grupo estadounidense Alcoa de cerrar las factorías de Avilés (Asturias) y A Coruña, que emplean a un total de 686 trabajadores por, entre otras causas, el precio de la luz.

Rosell ha sostenido que la luz para las industrias en España "es más cara" que en otros mercados y ha insistido en que "la comparativa internacional es clarísima".

Ha agregado que cuando una empresa es "muy consumidora de electricidad" esta circunstancia le resta competitividad, y ha lamentado que actualmente el coste en España provenga en un 50 por ciento de lo que supone la generación, producción y distribución, y "el resto de primas, impuestos y etcétera".

"Cuanto más rebajemos todo esto y lo concentremos en los costes estrictos, mucho mejor", ha subrayado Rosell, quien ha señalado que en Francia el 80 por ciento de la factura viene de lo que cuesta la generación, por la vía nuclear.

En todo caso, ha evitado opinar si este tipo de decisiones empresariales pueden extenderse: "vamos a ver cada uno de los sectores y los subsectores", ha dicho antes de reiterar que el objetivo es tener una economía "lo más competitiva posible para competir en el mundo".

Rosell ha asistido a un desayuno-coloquio con políticos y empresarios titulado "Las reformas necesarias para consolidar el crecimiento", organizado por el Club Información en Alicante, donde ha hecho un repaso a los años de la crisis económica.

Ha destacado que actualmente hay 150.000 empresas españolas que exportan una media del 35 por ciento de su producción, un dato mejor que el que hay en países como Francia e Italia.

Ha comentado que la mayoría de ellas se sitúan en la cuenca mediterránea española y ha apuntado que la CEOE trata de ayudar a las medianas y pequeñas empresas a salir, principalmente, a los países iberoamericanos y a otros mercados emergentes, como India y China.

Sobre el salario mínimo interprofesional (SMI), Rosell ha pedido que su modificación "no distorsione mercados" y que en este asunto "todos remen juntos, sin discutir", y en base a "números y no a demagogias".

Además, ha recordado que se había acordado con los demás agentes sociales un alza progresivo que se situaría, en 2020, en 850 euros.