El grupo DIA estudia la venta de su división de tiendas Clarel, centrada en la venta de productos para el cuidado personal, belleza y hogar, así como el cierre de supermercados en España cuyo rendimiento está por debajo de lo esperado.

Así lo ha explicado hoy en una conferencia con analistas el nuevo consejero delegado de la compañía, Antonio Coto -en el cargo desde agosto-, quien ha avanzado las líneas maestras del próximo plan estratégico de DIA en el que están trabajando.

Coto ha precisado que recomendó al consejo de administración en una reunión celebrada ayer analizar "alternativas estratégicas" para los activos del grupo que no forman parte del "corazón" del negocio, como es el caso de Clarel, que cuenta actualmente con 1.271 establecimientos entre España y Portugal.

A ello se suma a la puesta a la venta de su división especializada en comercio mayorista ("cash & carry") con la enseña Max Descuento, y que cuenta con 35 locales.

El nuevo consejero delegado ha garantizado que recibió el apoyo del consejo a estas medidas y ha señalado que la decisión sobre Clarel se explica por la necesidad de centrarse en el foco de su negocio -en referencia a los supermercados DIA- y no por cuestiones de rentabilidad o ventas.

"La compañía opera en un ambiente financiero diferente al que había antes, por eso necesitamos una estructura de capital distinta. Estamos trabajando en ello", ha reconocido al ser preguntado sobre la hipotética necesidad de necesitar un aumento de capital.

El plan estratégico liderado por Coto pretende colocar al consumidor en el centro de todas las decisiones en su actividad en España y Portugal, algo que ya implementó en América Latina, donde fue el máximo responsable de las operaciones de DIA los últimos años.

"Queremos también centrarnos en marca blanca (...) Estos cambios no se pueden implementar totalmente en tres meses, pero es la línea por la que queremos ir", ha revelado.

En España, ha considerado positivos los datos de las enseñas La Plaza -que da protagonismo a los frescos- y Dia&Go -especializada en conveniencia-, con crecimiento de ventas del 8 y el 20 % en relación al año anterior, respectivamente.

No obstante, Coto ha admitido "errores" en la estrategia del grupo hasta ahora en España y que el ambicioso programa de reformas de sus supermercados puesto en marcha por el anterior equipo de gestión fue "menos exitoso de lo esperado".

Un equipo analizará el cierre de los locales en España cuyo rendimiento esté por debajo del esperado, pero se prevén nuevas aperturas en determinadas comunidades autónomas y se trabajará en mejorar la percepción del cliente sobre la oferta de DIA.

"Seremos mucho más disciplinados en cada euro que invertimos, igual que en el seguimiento y control de los retornos", ha dicho.

Otra clave será su propuesta "online", que cuenta ya con una cuota de mercado del 10 % en España y cerró los nueve primeros meses del año con un aumento de ventas del 43 %, hasta los 57 millones.

Sobre la aplicación de una nueva contabilidad por tener actividad en Argentina -considerada una economía "hiperinflacionaria"-, Coto ha avanzado que supondrá un impacto negativo en el Ebitda de otros 30 millones de euros.

Preguntado por la creciente influencia en la compañía del multimillonario ruso Mijaíl Fridman -mayor accionistas con el 29 % de las acciones a través del fondo LetterOne y que ya ha propuesto a tres de los doce miembros del consejo de administración-, Coto ha insistido en que la gestión es su responsabilidad.

"Quiero ser muy claro, ellos no dirigen el negocio. Yo lo hago", ha recalcado.