Existen fechas claves a lo largo del año en las que el consumo se dispara, fechas del calendario que son utilizadas para renovar el fondo de armario, para colmar de regalos e ilusión a los más pequeños, etcétera… y es que, en una sociedad basada en la producción y consumo de bienes materiales, los días en que estos se pueden conseguir a mejor precio son el momento ideal para abastecernos de todo lo necesario.

Las fechas más importantes en este sentido, aquellas en las que se producen mayores ventas, son Navidades, cuando acaban estas y llegan las Rebajas, la campaña veraniega, la vuelta al cole, las festividades de San Valentín, el día del Padre o de la Madre y, por supuesto, el último en llegar, pero el más rápido en subir puestos de ventas, el Black Friday. Una fecha especialmente importante para el comercio online, donde se pueden localizar las mejores ofertas y descuentos, una jornada en la que no son pocos los que aprovechan para hacerse con los regalos de Navidad y ahorrar algo de dinero.

Black Friday, origen, presente y porvenir

A estas alturas y cuando esta festividad comercial ya se ha instaurado fuertemente en nuestro país, todo el mundo sabe que esta tradición comenzó en Estados Unidos y coincide con el día después de su fiesta de Acción de Gracias, y que trataba en un principio de aumentar las ventas en los comercios de los minoristas. En la actualidad, no hay empresa, independientemente de su tamaño, que no se someta al influjo de esta fecha tan señalada.

El blackfriday es utilizado cada vez más por los consumidores para adelantarse a las compras navideñas, puesto que los descuentos Black Friday permiten con antelación hacer acopio de todos los regalos que se van a hacer en estas fiestas y ahorrar algo de dinero, solo basta con hacer una breve visita a las ofertas en la Casa del Libro para comprender esto que decimos.

Origen

Para conocer el origen exacto de este evento, habría que remontarse a la década de los 60, cuando los comerciantes minoristas veían una buena oportunidad de aumentar sus ventas ante la llegada y durante las fiestas. La expresión Black Friday se la debemos a los estadounidenses, concretamente a los mercaderes de la ciudad de Filadelfia, debido al boletín que salió publicado por aquellas fechas por los altercados que se producían en las calles provocados por el efecto de las rebajas que se efectuaban el día después a la festividad de Acción de Gracias.

Aunque también existe otra versión sobre su origen, que se popularizó años después y que se refiere al cambio de color de la tinta cuando los comerciantes pasaban de utilizar el color rojo, que señalaba pérdidas económicas, a utilizar la tinta negra, que significaba los beneficios que producían estos descuentos y su aumento de ventas.

Presente

Si en 2016 las ventas de todo tipo de productos aumentaron un 17 % y en 2017 un 20 % en estas fechas, la previsión para este 2018 continúan en la misma proporción. El aumento de las ventas no solo beneficia al sector empresarial, ya que la media de contratos laborales que se firman como causa directa del black Friday rondan los 400.000 contratos para este año, que continúa en la misma proporción de escalada que en los años anteriores.

Por otra parte, y debido al éxito de estas jornadas, la duración del periodo dedicado a estos grandes descuentos se ha expandido y el número de días que la mayoría de los comercios, alrededor del 90 % de ellos, va a dedicar al black Friday hace que enlacen sus actividades con el lunes siguiente, manteniéndolas funcionales durante todo el fin de semana. Esto provocará un aumento en su facturación anual, que en la actualidad cubre alrededor del 5,5 %.

Futuro

El provenir de esta fiesta no es nada oscuro como se está viendo ya en su presente. Y es que una sociedad con cada vez ingresos más bajos, la necesidad de unos días en que todo se vuelve muchísimo más económico resulta realmente revitalizador para los bolsillos de las familias. Algo que es igualmente importante para cualquier comercio que ve incrementadas sus ventas, dando salida a productos de stock.

Y es que la verdadera riqueza se produce con el intercambio de capital, el error, uno más, que está viviendo esta sociedad es la acumulación de esa riqueza por parte de unos pocos, encerrados en bancos que no generan riqueza, sino que por el contrario paralizan el crecimiento de cualquier país.

Con días como el Black Friday, se potencia el consumo, se realizan grandes transacciones económicas, lo que genera un impulso de crecimiento de vital importancia en las sociedades actuales, por lo que se puede augurar, sin temor a error, que a esta festividad del consumo le quedan mucha vida por delante.