El coste acumulado de la nacionalización del Banco Portugués de Negocios (BPN) alcanzó los 4.095 millones de euros hasta finales de 2017, según un informe publicado hoy por el Tribunal de Cuentas luso.

Sólo a lo largo de 2016, el coste público de la intervención de la entidad -nacionalizada en 2008- se agravó en 437 millones de euros.

Este montante incluye los costes derivados de la nacionalización de la entidad, de su posterior reprivatización y de las tres sociedades públicas creadas para gestionar los activos heredados del banco (Parparticipadas, Parvalorem y Parups).

El tribunal alerta además de que estas sociedades "presentaban capitales propios negativos" de 1.716 millones a finales de 2017, que "podrán ser soportados por el Estado en el futuro".

El BPN fue nacionalizado por el Gobierno portugués en 2008, ante el riesgo de que sus abultadas pérdidas contagiasen al sistema financiero del país.

El banco, que sumaba pérdidas por valor de 700 millones de euros y cuyos responsables fueron imputados por la Justicia lusa, se convirtió en la primera entidad nacionalizada en Portugal desde el regreso de la democracia, en 1974.

Tras su nacionalización, Portugal puso a la venta el BPN en agosto de 2010 y, en marzo de 2012, consiguió cerrar la operación con el banco BID de Angola por 40 millones de euros.

El caso estuvo íntimamente ligado a la política lusa desde su inicio, ya que el BPN -una entidad pequeña y con escasa clientela- estaba dirigido en el momento de su nacionalización por personas cercanas al Partido Social Demócrata (PSD, conservador), que incluso habían ocupado cargos de responsabilidad en varios de sus gobiernos.