El Gobierno italiano confía en encontrar una "solución privada" a la crisis del banco genovés Carige, intervenido por el Banco Central Europeo (BCE), y, si no lo logra, se plantea recapitalizar cautelarmente la entidad solo como "última opción" y de forma temporal.

"El Gobierno espera una solución privada a la crisis que permita superar las dificultades actuales", afirmó hoy el ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, en una comparecencia parlamentaria.

Señaló que el Ejecutivo está esperando a conocer el plan industrial en el que trabajan los tres gestores de Carige -nombrados por el BCE- porque solo a partir de este documento se podrán identificar "posibles socios con vistas a una agregación, de acuerdo con una lógica del mercado".

No obstante, si no se consigue esta solución privada, el Gobierno, formado por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga, contempla "la recapitalización cautelar", una medida que ya fue utilizada para el Monte dei Paschi di Siena en 2017.

Tria avisó de que, si fuera necesario, el Estado inyectaría dinero público en esta antigua Caja de Ahorros genovesa para favorecer una reestructuración profunda, pero dijo que esta es "la última opción" y sería temporal.

"El enfoque de una nacionalización es inapropiado", sostuvo, mostrándose así contrario a la postura defendida recientemente por el líder del M5S y vicepresidente del Gobierno, Luigi Di Maio, que opina que la nacionalización es la mejor hipótesis.

Tria avanzó que los administradores de Carige ya han solicitado la garantía estatal para la emisión de bonos por valor de 320 millones de euros y que esta petición ha sido comunicada debidamente a la Comisión Europea.

El banco italiano Carige fue intervenido por el BCE el pasado 2 de enero, después de que no consiguiera aprobar una ampliación de capital de 400 millones de euros y la emisión de bonos, un fracaso que derivó en la posterior dimisión de la mayoría de sus directivos.

Los medios italianos afirman que, además de la recapitalización cautelar, el Gobierno bajara otros escenarios para el banco, como una fusión o compra, o una liquidación ordenada, esta última operación ya se utilizó en 2017 para Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca, cuyas partes sanas fueron compradas a un euro simbólico por Intesa Sanpaolo.