Internet ha revolucionado nuestro día a día hasta el punto de que esta afirmación se utiliza como máxima para darle validez a aquello de las nuevas tecnologías. En 2019 ya no se puede hablar de nuevas tecnologías cuando se habla de redes sociales o trabajo autónomo desde casa.

Sin embargo, sí se puede hablar de nuevas tecnologías cuando nos referimos a conceptos como el blockchain, las criptomonedas o los smart contracts. En el caso de las criptomonedas, la más conocida es el Bitcoin, que alcanzó su punto álgido en 2017, cuando su cotización fue la más alta hasta el momento.

A la sombra, o gracias al Bitcoin, han nacido también otras criptomonedas que rivalizan con ella en cuanto a protagonismo, una de ellas es el Ethereum, que se muestra como una criptomoneda con más usos que el Bitcoin. Si en el inicio el interés por estas formas de hacer negocio se debía principalmente a la especulación que llevaba asociada al comprar y vender tokens, la realidad es que el Ethereum y otras criptomonedas han ganado en popularidad por procesos asociados como los smart contracts o contratos inteligentes y la tecnología blockchain.

Estas nuevas oportunidades de negocio que se abren con esta tecnología obligan a las empresas a interesarse por profesionales especializados en este ámbito, con experiencia y conocimientos suficientes en esta materia, para ejecutar procesos mediante esta tecnología o bien expandir las opciones de generar ingresos de las empresas.

Un ejemplo de la utilidad del blockchain en el ámbito económico es que muchos sectores ya apuestan por soluciones de este tipo para la gestión de los negocios. La cadena de distribución alimentaria hace uso desde un tiempo de la tecnología blockchain para garantizar a los consumidores la trazabilidad de sus productos con total transparencia.

En el caso de los supermercados, la tecnología blockchain se utiliza para dotar de mayor transparencia a los usuarios y para mejorar la experiencia de consumo. El comprador sabe mucho más sobre lo que compra que lo que simplemente pone en el envasado. Si bien esta es la principal aplicación que se le da a esta tecnología en este sector, con ella se puede también realizar un control de calidad más exhaustivo, simplificar las entregas o mejorar la relación entre los supermercados y proveedores.

La Universidad de Alcalá y sus estudios en blockchain

Conscientes de la necesidad de formar profesionales en esta materia, desde la Universidad de Alcalá trabajan desde hace un tiempo en el master blockchain. Esta experiencia formativa también puede ser denominada master ethereum o master Smart Contracts, pues en ella se tratan todos estos temas de manera teórica.

El Ethereum es una de las principales criptomonedas en la actualidad, su cotización es de las más altas en este mercado y, a diferencia de otras divisas digitales, su uso no solo es válido para especular con ella de un modo similar a otros mercados financieros o bursátiles, sino que la tecnología de bloques a través de la cual está creada permite que pueda ser utilizado para mejorar la seguridad y confidencialidad en contratos inteligentes.

En la actualidad, los ingenieros de blockchain alcanzan salarios tan altos como los creadores de inteligencia artificial. Desde el punto de vista de la empleabilidad no se trata únicamente de que sean profesionales muy bien pagados, sino que son altamente demandados por las empresas por su, hasta el momento, escasez.

Hasta la apuesta de la Universidad de Alcalá y otros centros por ofrecer una formación reglada en esta tecnología, el blockchain, las criptomonedas y los contratos inteligentes eran disciplinas que se conocen a través de libros, foros, cursos y tutoriales, una formación más autodidacta.

La oferta de la Universidad de Alcalá pretende centralizar todos esos conocimientos y mostrar las opciones que tiene esta disciplina del conocimiento tanto a nivel económico, financiero y regulatorio.

No debemos olvidar que los contratos inteligentes, la tecnología de bloques en cadena y, por supuesto, las criptomonedas, son ámbitos que están en constante evolución, por lo que adquirir unos conocimientos básicos y reglados sobre estas materias es una forma muy interesante de acercarse a esta nueva realidad.

Para muchos, hablamos de un sistema escalable en el que no se aprecia un final a corto plazo, por lo que siempre hay que seguir formándose y mejorando.