Parece ser que la crisis endémica que vive el sector agrario español comienza a vislumbrar un leve destello luminoso al final del túnel. A pesar de que los precios en cereales, hortalizas, aves y en los porcinos siguen en los mínimos, se notan leves síntomas de mejoría que se incrementarían notablemente si de una vez por todas se ampliasen los mecanismos que Bruselas utiliza para regular los mercados.

El primer signo de mejora se encuentra en los datos que ofrece el Banco de España, desde el que se asegura que el aumento de los préstamos, es decir, del endeudamiento del sector no se debe tanto a solventar las necesidades habituales de las explotaciones o para atender a los pagos de cada campaña, sino que responde a razones de inversión en infraestructuras destinadas a mejorar la competitividad y la eficiencia y, por tanto, a disminuir en los precios de producción.

En este sentido, cabe señalar la importancia que han tenido las ayudas que desde elMinisterio de Agricultura se han venido ofreciendo en materia de renovación de la maquinaria agrícola. Este Ministerio establece una serie de ayudas para maquinaria agrícola que está sujeta a unas condiciones previas, y es que, para conseguir la cantidad máxima de 12.000 euros o el 30 % del valor de la maquinaria sin IVA, (o si este es automotriz, entonces se puede alcanzar una ayuda de hasta 24.000 euros o el 30 % de su valor sin el IVA), debieron presentar las solicitudes antes del 15 de septiembre, así mismo, la subvención de este Plan Renove solo se concedería por un único tractor o máquina nueva y, por último, se estaba obligado a que las máquinas fueran sustituidas por equipos que incorporasen nuevas tecnologías que permitiesen técnicas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente.

Aunque el plazo para acceder a estas ayudas ya finalizó, desde el gobierno se ofrecen otras ayudas que sirven para potenciar la renovación de la maquinaria agrícola, y es que otra de las formas de actualizar la maquinaria es a través de recambios, repuestos y suministros agrícolas que comercializan algunas empresas, como hemos podido tener conocimiento en este medio.

Otros signos de mejora del sector

Continuando con los signos de mejora en el sector agrario, tenemos que destacar un segundo signo muy positivo, en este caso en el campo financiero, como es que al fin se estabilice y se mantenga sin crecimiento la tasa de morosidad que ha quedado fijada en un 9%.

Un tanto por ciento que es bastante inferior a la media del conjunto de los sectores, como por ejemplo el de la construcción y el inmobiliario que, durante el mismo periodo, se situaban en un 13, 5 %, aunque lejos aún de la tasa de morosidad establecida por la industria de la alimentación que se quedó solo en un 6,59 %, el mejor dato de todos los sectores productivos nacionales.

Por último, un tercer dato que confirmaría definitivamente este cambio de dirección en el sector agrario vendría de la evolución que nace a partir de la adquisición de nueva maquinaria, gracias a las mencionadas ayudas estatales, ya que sobre todo se trataría de tractores, que suponen la mayor cantidad de dinero invertido, con una cifra superior a los 1.000 millones de euros, una cifra como podemos suponer nada despreciable.

A pesar de que España posee un parque de tractores de más de un millón de manera oficial, la realidad es que la cantidad de estas máquinas que se mantienen en activo es bastante inferior, con un grave problema de envejecimiento, lo que hace que el gasto en mantenimiento y consumo sea mucho mayor del deseado, incidiendo aún más en la disminución de la producción y competitividad internacional.

Como ejemplo de esta renovación que no se realiza a la velocidad que debiera, valga recordar que, para la última gran renovación, con más de 19.000 unidades, tendríamos que remontarnos a principios de este siglo, a los años 2003 y 2004. Con el paso del tiempo, las cifras se han ido reduciendo notablemente hasta alcanzar la cota mínima durante los años 2012 y 2013, con una renovación de tan solo 8.500 tractores. Afortunadamente, se inició una recuperación a partir de esa fecha, los últimos datos ofrecidos nos hablan del año 2016, con una renovación de 11.449 vehículos agrarios, incremento que parece sostenerse en la misma línea creciente.

En este sentido, se siguen manteniendo un crecimiento en el valor de la Producción Final Agraria desde que, de nuevo, en el año 2016 se alcanzase la cantidad de 46.807 millones gracias al aumento de la producción, y todo esto a pesar de que los precios siguen hundidos.

El aumento de la productividad se debe en parte a las buenas condiciones climáticas vividas y en parte a la mencionada mejora de las infraestructuras dedicadas a las explotaciones, marcando definitivamente el camino a recorrer en el sector agrario español.