Los gobiernos de la Unión Europea dieron ayer el último paso para adoptar formalmente el acuerdo de Pesca con Marruecos, aunque la flota comunitaria debe esperar todavía a que Rabat termine el proceso de ratificación para poder faenar en aguas marroquíes y saharauis. Los Veintiocho completan así el procedimiento europeo para renovar el acuerdo pesquero después de que el Parlamento Europeo también diese luz verde al protocolo el 12 de febrero. Los eurodiputados, además, rechazaron preguntar a la Justicia europea sobre su legalidad por incluir aguas adyacentes al Sáhara Occidental, en las que se da el 90% de las capturas.

El Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que los acuerdos con Marruecos no pueden aplicarse en el Sáhara Occidental por ser un territorio pendiente de descolonización. La CE interpreta, sin embargo, que su aplicación puede extenderse al Sáhara si lo recoge el texto del pacto, si se obtiene el consentimiento de las poblaciones afectadas y si beneficia a la población local.

El Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y el Ejecutivo comunitario llevaron a cabo un proceso de consulta con las poblaciones locales del Sáhara Occidental. Según recoge la resolución de la Eurocámara, la mayoría de los interlocutores se pronunciaron a favor de un nuevo acuerdo. Sin embargo, el Frente Polisario, considerado "representante del pueblo del Sáhara Occidental por la ONU", se negó a participar en la consulta.