Norwegian se está viendo obligada a reorganizar sus vuelos en Canarias tras la paralización de sus 18 aviones modelo Boeing 737 Max 8, cuatro de los cuales llevan días cautivos en los aeropuertos de Gran Canaria y Tenerife. Aunque ya fueron reubicados los pasajeros directamente afectados por la decisión de las autoridades europeas de prohibir los vuelos de este tipo de aparato, según aseguraron ayer fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), la falta de aviones que sufre la aerolínea noruega ha desembocado en el adelanto y/o retraso de determinadas rutas. Una situación que confirmaron desde la propia empresa y que ya ayer provocó las primeras quejas en el Archipiélago. "Lamentablemente no es algo que esté sujeto a negociación", explicaron desde Norwegian ante los posibles trastornos a sus clientes. No en vano, el origen de la situación no está en la gestión de la low cost, sino en las dudas sobre la seguridad de los 737.

El trágico accidente en Etiopía de uno de los aparatos del fabricante estadounidense mantiene a unas 300 aeronaves paradas en aeropuertos de todo el mundo. Las cajas negras del 737 Max 8 de Ethiopian Airlines ofrecen "claras similitudes" con el accidente que sufrió el mismo modelo de la compañía Lion Air en octubre. Este era justamente el temor de las autoridades de medio mundo cuando decidieron expulsar de los cielos este tipo de avión, de modo que en Norwegian aún desconocen cuándo podrán mover los tres aparatos que tiene paralizados en el aeropuerto de Gran Canaria y el cuarto que está en el aeródromo del sur de Tenerife. A estos se suman 14 más que duermen en los hangares de otros aeropuertos, con lo que la flota de la tercera mayor compañía de bajo coste de Europa se ha visto mermada de forma considerable. Norwegian ya ha anunciado que pedirá una indemnización a Boeing, pero de momento ha de afrontar los problemas en solitario, y también en Canarias.

Fuentes de la aerolínea aseguraron que la mayoría de los vuelos afectados en el Archipiélago se están adelantando, si bien ha habido también algunos retrasos. La empresa está tratando de minimizar los posibles trastornos a los pasajeros, si bien tampoco dispone de demasiado margen. "Disponemos de los medios de que disponemos", agregaron desde la compañía, que se ha visto de la noche a la mañana con un número insuficiente de aviones para atender la programación prevista en el Archipiélago. "Tuvimos cancelaciones el mismo día [en que se pararon los 737 Max] y estamos ahora reorganizando", ahondaron las fuentes de Norwegian.

La aerolínea noruega tiene también en las Islas otro asunto por resolver: el anunciado cierre de sus dos bases en la Comunidad Autónoma. La clausura de los dos centros de trabajo en la región se está negociando en paralelo a la de la base de Palma de Mallorca, cuyos empleados se enfrentan a una suspensión de contrato que ha encendido las alarmas también en Canarias. Aunque la decisión no afecta, cuando menos de momento, a sus empleados en Gran Canaria y Tenerife, fuentes de la aerolínea citadas por Europa Press confirmaron que no se había llegado a un acuerdo con los sindicatos para el traslado de los trabajadores de Baleares a alguna de las bases de la Península.