Coalición Canaria (CC) tiene dificultades para pactar en cascada con el Partido Socialista Canario (PSC) en las principales instituciones del Archipiélago, tal y como lo reconocieron el jueves pasado las comisiones negociadoras de ambas formaciones tras escenificar para la prensa las conversaciones a fin de cerrar un acuerdo de gobernabilidad regional. Aunque siempre ha habido tropiezos al intentar este tipo de arreglos, la razón principal que explica esta vez las trabas para llevar a cabo los pactos en cascada -solicitados por los nacionalistas- es el repunte electoral del Partido Popular (PP) en la provincia occidental -en particular en Tenerife y La Palma-, que desbarata la estrategia de los nacionalistas al perder el control en su feudo tradicional.

Así lo cree el profesor titular de Ciencia Política de la Universidad de La Laguna (ULL), José Adrián García Rojas, que adelanta que en esta ocasión incluso podría quebrar el modelo de los pactos en cascada al haberse desdibujado el papel de fuerza "victoriosa" en el caso de CC y de partido "secundario" en el caso del PP en la provincia tinerfeña, mientras que el repunte electoral de los populares en Las Palmas -donde se concentra el grueso de los más de 60.000 votos que saca de ventaja a CC- no entraña un cambio radical en el escenario electoral canario.

Acuerdo regional

Y es que CC y el PSC podrían llegar "perfectamente" a un acuerdo de gobernabilidad para la Presidencia autonómica al margen de los pactos en cascada que tanto ansían cerrar los nacionalistas para conservar el control del Cabildo de Tenerife y la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife, el núcleo duro de las "joyas de la corona" que integran esos acuerdos, según el experto.

Se trata de las dos instituciones que ahora gobiernan los nacionalistas y que están muy interesados en no perder. De esta manera, la "cascada", esta vez, se limita a la Comunidad Autónoma, el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de la capital tinerfeña, sin descartar "alguna que otra corporación local", señala García Rojas. La Alcaldía de La Laguna queda fuera del grupo porque los nacionalistas "lo tienen fácil" en ese caso, aclara. "Es sobre todo el Cabildo lo que preocupa a CC en Tenerife".

Y es que los resultados de las pasadas elecciones autonómicas no los esperaba nadie, "ni el propio PP de Tenerife", apunta el experto. Los populares contaban hasta ahora con una presencia casi testimonial en la provincia occidental, donde solo gobernaba en Arafo y tenía "algo" en los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y algún municipio de menor importancia.

CC se encuentra así que el PP pasa de tener "cero importancia" estratégica en la Isla a controlar entre cuatro y cinco municipios, además de aumentar sus concejales en buena parte de Tenerife.

Esto constituye en sí mismo un cambio importante del mapa político en Canarias porque el PP se convierte en un jugador importante en la provincia tinerfeña, donde hasta ahora no había tenido relevancia en los municipios, ni siquiera tras los resultados de las elecciones de 1995, que habían sido -hasta ahora- los mejores de esta formación.

Por lo tanto, la situación modifica el papel de todos los partidos en Tenerife porque el PP pasa a ser de pronto un "antagonista" tanto para CC como para el PSC.

Además, a largo plazo es previsible que haya otras consecuencias: si el PP consolida su triunfo en el gobierno de varios municipios se convertirá en un eje que hará "muy difícil" volver a conformar mayorías absolutas en las corporaciones locales de la provincia tinerfeña -e incluso en el Cabildo de Tenerife, donde CC reinaba hasta ahora-.

Hay que recordar que la presencia de los nacionalistas en Las Palmas es mínima a pesar de que en las elecciones mejoraron su situación. Eso es lo que explica que el Cabildo de Gran Canaria no suponga un problema -y en consecuencia, que tampoco entre en los pactos en cascada que CC impone al PSC-.

Las Palmas de Gran Canaria (donde el PP consiguió mayoría absoluta) y otras ciudades grancanarias de peso como Telde están en la misma situación.

"CC puede perder el Cabildo de La Palma "

El problema estratégico que supone para CC el repunte del PP en la provincia tinerfeña tiene reflejo en La Palma, circunscripción electoral en la que los nacionalistas piden a gritos un pacto con los populares -en vez de los socialistas- desde casi el instante posterior a conocerse los resultados, pues se juegan la Presidencia del Cabildo y varios ayuntamientos. Su líder, Antonio Castro, quiere que sea un pacto en cascada que asegure a CC el gobierno regional, pero también la primacía nacionalista en esa Isla. Los populares, por su parte, son más partidarios de pactar con el PSC para desbancar a CC de las instituciones, lo que complica la situación a la cúpula regional socialista, que busca complacer a CC para conformar el gobierno autonómico. La situación es complicada porque, según García Rojas, "el PP puede ofrecer mucho más al PSC que CC". En todo caso, también cree que al final los cuatro diputados electos nacionalistas de esa Isla acabarán por entrar en el pacto, "pero la tentación por lo que puede dar el PP al PSC es tan grande que, a lo mejor, cambia de manos la Presidencia del Cabildo".