Los electores que acudan a votar el 20N se encontrarán con una papeleta al Senado transformada, mucho más pequeña -que evitará los juegos de papiroflexia para meterla en el sobre- y con un orden distinto de candidatos, que acaba con la ventaja que tenían los Álvarez en las listas a la Cámara Alta.

El objetivo de la reforma electoral que dio a luz la nueva papeleta -en la que coincidieron todos los partidos políticos- ha sido acabar con el elevado porcentaje de votos nulos al Senado.

En las últimas elecciones generales, celebradas el 9 de marzo de 2008, los votos nulos del Senado sumaron 597.299 sufragios y los del Congreso, 165.576. Es decir, que el Senado casi multiplicó por cuatro el voto nulo del Congreso.

Sin embargo, el primer efecto de la nueva papeleta se ha hecho palpable para los partidos a la hora de confeccionar las listas.

Esto es así porque se ha eliminado el orden alfabético con el que los candidatos debían aparecer en las listas, lo que ha facilitado sin duda su elaboración y ha terminado con el hipotético predominio con el que contaban los dirigentes del partido cuyo apellido empezara por las primeras letras del abecedario a la hora de ser elegidos para optar a un escaño en el Senado.

El orden alfabético obligaba a los partidos que querían situar en lo más alto de la lista a sus dirigentes más destacados -para evitar despistes- a situar a continuación a otros candidatos más por apellidos que por méritos.

A modo de ejemplo, el presidente del Senado, Javier Rojo, encabezó una candidatura en la que detrás iban Miguel Ángel Uzquiza y Yolanda Vicente, o la portavoz del PSOE, Carmela Silva, era la primera de una lista que seguían Nicolás Vaqueiro y Enrique Varela.

En el caso del PP y también como muestra, la candidatura al Senado por Álava sigue estando encabezada por el que es secretario cuarto de la Mesa, Ramón Rabanera, pero, así como en 2008 le seguían Encina Regalado y Carlos Urquijo, en 2011 lo hacen Encina Serrano -Regalado es su suplente- y Jorge Ibarrondo.

Tres son pues las principales novedades de la papeleta del Senado: los candidatos ya no figuran por orden alfabético sino por el que han decidido sus partidos, las candidaturas tampoco aparecen por orden alfabético, sino en función de los resultados de los anteriores comicios, y no hay suplentes.

La última, la que elimina a los suplentes de la papeleta, es la que ha hecho que, junto con la posibilidad de que vaya impresa por las dos caras, ésta reduzca considerablemente su tamaño.

Así, ha pasado del tamaño sábana al que los votantes de circunscripciones como Madrid, Barcelona o Valencia estaban acostumbrados al de un folio común, formato DIN A-4, mucho más manejable para doblar y meter en el sobre electoral.

Por lo demás, el voto sigue siendo igual: listas abiertas, lo que implica que el elector marcará con una cruz en el recuadro que aparece a la izquierda de cada candidato los que son de su preferencia, hasta un máximo de tres y no necesariamente del mismo partido político.

Los votantes de Gran Canaria, Tenerife, Mallorca, Ceuta y Melilla elegirán un máximo de dos y en las restantes circunscripciones insulares, sólo podrán dar el voto a un candidato.

De las urnas saldrá un Senado ampliamente renovado, a tenor de las listas que han elaborado los partidos, en las que ya no figuran senadores veteranos como Javier Rojo, José Ignacio Pérez Sáenz, Jaime Blanco, o José Carracao del PSOE ni, en el caso del PP, Luis Fraga, Juan José Ortiz, Juan Fageda, Juana Borrego o Elvira Velasco.

Un total de 44 senadores de los 124 con que contaba el PP, grupo mayoritario esta legislatura, no repiten. En el caso del PSOE, son 45 los que ya no están en las listas.

Pero si hay un grupo que cambiará su composición es la Entesa, de la que, en estas elecciones, no forma parte ERC.

Así, sólo cuatro de los catorce senadores del PSC e ICV vuelven a figurar en las listas, que abandonan parlamentarios históricos como Isidre Molas (vicepresidente de la Cámara Alta), o Ramón Aleu (portavoz de la Entesa esta legislatura).

Dos senadores de CiU no han sido tampoco incluidos en las listas -Rosa Nuria Alexandre y Josep Maldonado- mientras que el del BNG, Xose Manuel Pérez Bouza deja también el Senado para optar a ser diputado.

Una posibilidad, la de ser diputado, a la que aspiran también doce senadores del PP. De ellos, tres son senadores autonómicos: Elvira Rodríguez (Madrid), Gerardo Camps (Valencia) y Conrado Escobar (La Rioja) y otros, muy conocidos, como José Cruz Pérez Lapazarán o Agustín Conde.

En el caso del PSOE, once senadores figuran también en las listas del Congreso -entre ellos la portavoz, Carmela Silva- y tres de ellos son autonómicos: Concepción Gutiérrez del Castillo, María José Rodríguez y José Antonio Viera.

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