El magistrado y candidato del PSC a la reelección al Senado por Gran Canaria Arcadio Díaz Tejera llegó en 2003 a la política desde la judicatura para tratar de "cambiarla" y, como aún no lo ha conseguido, quiere seguir intentándolo desde la Cámara Baja si así lo permiten los electores.

Así lo ha manifestado en una entrevista el senador socialista, quien ha admitido que se siente "en parte" responsable del enfado de los votantes de izquierdas de este país, dado que, en su opinión, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el PSOE "no han estado a la altura" a la hora de "explicar" las decisiones adoptadas ante esta crisis que, sin embargo, valora porque "han evitado que España sea intervenida".

Con un discurso muy crítico con "la dirigencia política" que cree que los partidos son "agencias de colocación, en lugar de instrumentos de participación en la vida pública", Díaz Tejera rechaza que hoy "el poder no esté en la política ni la política esté en el poder", una realidad contra la que dice rebelarse aunque su discurso pueda resultar "incómodo" para ciertos círculos de poder, incluidos los del PSOE.

Por ello, opina que existe "responsabilidad por omisión" de la actual clase política por no haber estado a la altura de las exigencias de unos tiempos, "donde mandan más los especuladores financieros que un diputado o un senador".

Convencido de que el castigo electoral que recibió el PSOE en los últimos comicios autonómicos y locales obedeció a que "la izquierda no fue a votar" o a que sus votos fueron "nulos o en blanco", Díaz Tejera afronta unas nuevas elecciones generales seguro de que "nada está escrito en las estrellas" y de que sólo "la gente de izquierdas puede hacer las cosas infinitamente mejor".

Este magistrado, "de izquierdas desde los 17 años", afirma que "seguirá siéndolo" pase lo que pase el próximo 20 de noviembre, cita ante la que cree que los españoles eligen entre el "valor seguro" que representa Alfredo Pérez Rubalcaba, "el principal cortafuegos de un tsunami o incendio voraz que quiere arrasar servicios públicos" o entre "un salto atrás en el túnel del tiempo", el que, a su juicio, simbolizan Mariano Rajoy y el PP, "que quieren repetir" lo que hicieron cuando gobernaron en 1996.

Díaz Tejera no ha dejado de dar clases en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria "por 164 euros al mes" y ha solicitado su reingreso en la carrera judicial "para volver a poner sentencias" desde el próximo 14 de diciembre, ya que un día antes se constituyen las cámaras de la próxima legislatura, pero asegura que es "más útil" y le apasiona más hacer leyes, representando a Gran Canaria en el Senado y a España en el Consejo de Europa, "que aplicarlas como magistrado".

Por eso, confía en que, al igual que lo hicieron 176.722 votantes en 2008, la ciudadanía renueve su confianza en él para que pueda seguir defendiendo desde el Senado la bondad de lo público y de la política y combatiendo el desprecio por estos ámbitos, propio de "fórmulas atávicas de la época de Franco" que asegura que aún persisten.

El senador socialista cree que la población canaria no debe tener miedo "hacia nadie", si bien apela a la "experiencia" que confirma que "donde el PP gobierna hay recortes de los servicios públicos universales", de ahí que anime a los electores de las Islas a tener en cuenta a la hora de votar "la garantía de defensa de lo público y lo político" que representan los socialistas.

Este convencido de la mayor legitimidad que da a un cargo político u orgánico ser elegido por "las urnas" en procesos de primarias, como los que convoca desde hace años el PSOE, también abandera la necesidad de que hayan listas electorales abiertas "para que los ciudadanos sean los titulares" de sus representantes y éstos sean realmente "eventuales".

De la misma forma, Díaz Tejera aboga por generalizar los parámetros de evaluación en la gestión de las administraciones públicas para conocer la verdadera utilidad de los recursos que se destinan a políticas como las de empleo, en las que el Estado invierte miles de millones de euros cada legislatura en Canarias, comunidad que, pese a ello, lidera el paro de España.

Con el orgullo de que la política aún no lo haya cambiado a él y el reto, aún por conseguir, de cambiarla participando activamente en ella, este senador confía en que ésa sea también la voluntad de los dos millones de canarios, a los que llama a participar en las próximas elecciones generales porque de sólo ellos depende el presente y el futuro de esta comunidad, donde residen la inmensa mayoría de las competencias necesarias para organizar la vida.