Los programas electorales de los dos principales partidos para las elecciones del 20N coinciden en la apuesta por establecer líneas de apoyo para el sector agrario, pero ofrecen pocas iniciativas "estrella" y eluden pronunciarse sobre asuntos polémicos como los trasvases o la fiscalidad agraria.

Hay coincidencias, por ejemplo, en la urgencia de mejorar el poder de negociación de los agricultores, los mecanismos de respuesta frente a la volatilidad de precios y la crisis de mercados, la internacionalización de las empresas, la reciprocidad de las importaciones o la generación de biomasa.

Pero, ¿a través de qué iniciativas? Son muchos los interrogantes sobre qué respuesta dará el partido que gane las elecciones a demandas de los agricultores como mejoras fiscales y tributarias, y de acceso a financiación, las reformas en profundidad de interprofesionales o las restrictivas normas de Competencia.

Respecto a la reforma de la Política Agraria Común (PAC), los partidos defienden que sea fuerte, aunque no siempre detallan qué sistema de reparto de ayudas prefieren entre los subsectores.

Así, el programa electoral del PSOE propone extender a los trabajadores del campo el modelo de titulación profesional para reconocer y prestigiar la actividad agraria e impulsar una Ley de Cambio Climático, con la biodiversidad como componente transversal de todas las políticas sectoriales, entre ellas, por supuesto, también la agraria.

Apoyo a la concentración cooperativa y "nuevos instrumentos de control de los precios y de los mercados de alimentos" son algunas de las iniciativas socialistas, a las que se suman otras más novedosas como un Plan Estratégico para la Biomasa o el aprovechamiento energético del biogás con unidades de mecanización en granjas.

Respecto al agua, el PSOE se ratifica en que hacer nuevas infraestructuras es la última opción, tras ahorro, eficiencia, reutilización o desalación; aprobarán los planes hidrológicos de cuenca y reasignarán recursos a través de Bancos Públicos de Agua.

Por su parte, el Partido Popular (PP), que aboga por promover un "gran pacto nacional" del agua, plantea dar prioridad de uso del recurso a los territorios por donde transcurren las cuencas -trasvasando solo si existen excedentes- y a las obras del pacto del agua de Aragón.

La internacionalización del sector, mediante la promoción y el apoyo a la gastronomía en el ámbito europeo e internacional, será otra de las prioridades del PP, según se establece en su programa electoral.