Han decidido no votar y, sin embargo, lo harán. Puede parecer paradójico, pero más de 2.800 abstencionistas españoles acudirán a las urnas el próximo domingo y, sin dejar de serlo, permitirán que otros tantos compatriotas residentes en el extranjero -e imposibilitados de ejercer su derecho al sufragio- puedan participar en los comicios.

#Rescatamivoto es una campaña puesta en marcha por el colectivo Marea Granate, que agrupa a los emigrantes más críticos con los causantes de la crisis que les ha obligado a abandonar el país. Su objetivo es "emparejar" a quienes viven fuera y no pueden votar con quienes residen en España y no pensaban hacerlo, pero están dispuestos a acudir a los colegios electorales por delegación de los primeros. Esta iniciativa hará posible que 102 canarios puedan votar por su opción preferida, aunque 406 todavía son "huérfanos" -10.600 en todo el país-, y esperan a un voluntario que quiera introducir la papeleta en la urna en su nombre.

En esta última situación se encuentra Víctor Garrido, un tinerfeño instalado en Nueva York desde 2013. Mientras aguarda por su "pareja", celebra que la campaña sirva para cambiar la visión del abstencionismo, muchas veces asociado a la dejadez o a la pasividad política. "En este momento, hay más de 2.800 votos rescatados por abstencionistas críticos que han demostrado ser unos demócratas de primera", dice.

La participación en las elecciones generales de los residentes en el extranjero se desplomó en 2011 con respecto a cuatro años antes. No se trata, según Garrido, de que escasee la información. "El proceso está explicado en la web del Ministerio de Exteriores y cualquiera puede acceder desde su ordenador. Lo que sucede es que se trata de un proceso demasiado complejo y con plazos muy ajustados", expone. A su juicio, no habido demasiado interés en promover el voto de los emigrantes, que no son "cuatro, sino un colectivo de dos millones y pico de españoles". Una campaña en los medios y redes sociales para recordar que el plazo para solicitar el voto finalizaba el 21 de noviembre hubiera evitado muchos problemas, afirma el tinerfeño.

También cabe preguntarse si la tecnología no está ya lo suficientemente madura como para "ampliar y simplificar" los mecanismos para el voto a distancia. "¿No sería posible desarrollar un sistema de votación on line seguro, fiable y con suficientes garantías de privacidad?", plantea Víctor Garrido.

Quedan solo tres días para la cita electoral y los más de 10.000 españoles en el exterior que quieren votar y no pueden hacerlo buscan aún un abstencionista solidario que se lo permita.