Los populares ya no parecen tener asegurados ni sus tradicionales feudos. El resultado de las urnas pone en entredicho que la provincia oriental y la misma Gran Canaria continúen siendo un reducto inexpugnable. Los populares, con su "caudillo" José Manuel Soria al frente, ven peligrar ese bastión hasta ahora irreductible. Tanto es así que en el intervalo de cuatro años, la formación conservadora ha visto cómo perdía unos 60.000 votos, lo que representa un descenso de unos 16 puntos porcentuales, y la merma consiguiente de cinco a tres representantes. Los mismos nombres con los que se presentaron a las pasadas elecciones.

La jueza en excedencia Victoria Rosell, cabeza de lista y auténtico ariete de Podemos, junto a la activista Meri Pita inscribirán sus nombres en el hemiciclo más multiforme de cuántos ha conocido hasta ahora la democracia española y lo harán, además, saboreando las mieles del triunfo, tras haber superado lo que consideran una "campaña sucia", de desprestigio feroz y de furibundos ataques personales con los que se ha intentado socavar la personalidad y el prestigio personales. Y aseguran, además, que vienen para quedarse, que este triunfo no debe considerarse una ilusión pasajera ni la consecuencia de una casualidad. Se han erigido como la fuerza más votada en la ciudad de Las Palmas.

Por su parte, y aún cuando los socialistas mantienen sus dos representantes en la Cámara Baja (el mismo número que alcanzaron en los comicios de 2011), a pesar de la merma de cerca de 8.000 votos y al descenso de unos 6 puntos de porcentaje, entre las "huestes" del puño y la rosa queda la sensación de que una de sus caras está "prestada", la del nacionalista Pedro Quevedo, en virtud de su "matrimonio de conveniencia" con Nueva Canarias (NC).

La sensación que se respira en el seno de una formación como Ciudadanos es la de que todavía existe margen de mejora: la ilusión de la eterna juventud. En su primera aparición en unas elecciones generales, los "discípulos" de Albert Rivera han conseguido nada menos que 63.000 sufragios, tantos como el 12% del total de los votos emitidos. Algo tendrán que decir.