Está convencido de que la música le ha dado una segunda oportunidad, que le gustaría reservar un hueco de su gira española para Canarias -todavía no se ha concretado- y que mañana es una jornada clave para empezar a escribir una etapa de cambios en Venezuela. El colombiano Carlos Vives (1961) está de vuelta con un nuevo proyecto discográfico. "Corazón profundo" llega a España con ganas de "redimirse" de un eclipse artístico que se ha prolongado más de lo que él deseaba.

¿Cómo vive este reencuentro con la música?

Sony me ha dado la oportunidad de volver con "Corazón profundo", pero antes me ha tocado vivir una situación de abandono bastante dura. En este periodo he pagado caro algunos errores del pasado, pero estoy luchando para reconquistar a mi gente. Una parte importante de esa clientela se encuentra en Canarias, una tierra que siempre he admirado porque las veces que me tocó ir allí fui muy feliz.

¿Existe la posibilidad de que su tour español tenga una parada en el Archipiélago?

Ese es mi deseo y una opción que vamos a negociar para ver si se puede concretar este verano. En las últimas horas han habido contactos con las personas que me llevaron a Canarias la primera vez y la intención, con permiso de la crisis, es buscar una fórmula interesante para las dos partes con el objeto de poder mostrar "Corazón profundo" en el Archipiélago.

¿Qué recuerdos de su experiencia canaria han conseguido resistir al paso de los años?

Uno muy importante... Recuerdo la sensación de estar tocando en un sitio en el que no me sentía un extraño, a pesar de que era la primera vez que lo visitaba. La calidad de sus gentes, su gastronomía, el clima... En Canarias encontré algo que no imaginaba que existía fuera de mi país.

¿Llegó a sentir esa conexión canaria que fluye en medio del Atlántico entre estas dos culturas?

Conocer Canarias fue como redescubrir parte de nuestra historia. Soy un amante de la historia y sabía que las Islas tenían una potente conexión con América Latina, pero esa sensación no la percibí hasta que no viví allí los lazos familiares que existen entre los cubanos, los venezolanos o los colombianos y los canarios. Son personas de ida y vuelta que se tratan como hermanos. El éxito europeo de los artistas más tropicales no tendría razón de ser sin la buena acogida que nos dan siempre en esa tierra. Por esa razón siempre es muy recomendable mirar a Canarias.

¿Cuáles son los errores que sacaron a Carlos Vives de la escena musical internacional?

Cuando se acabaron los contratos que firmamos para el álbum "El rock de mi pueblo" (2004) se produjeron una serie de cambios en la industria discográfica que me pillaron por sorpresa. También hubo situaciones en mi vida que no me permitieron seguir trabajando -Carlos Vives tiene un Premio Grammy y tres Grammy Latinos- como lo venía haciendo hasta entonces. Mi vida se instaló en Bogotá, pero nunca perdí la esperanza de que un día me volvieran a llamar.

¿Hay muchas diferencias entre el músico que regresa y que se marchó sin hacer ruido? ¿Cómo es este Carlos Vives?

Sobre todo, sabe un poquito más de las cosas que están pasando alrededor de la industria de la música. Este Carlos Vives tiene el mismo espíritu, las ganas y las razones que el que un día cantó en una ciudad europea, en España o en Canarias... Las motivaciones son las mismas, pero sí que hay alguna arruga que antes no estaba. A pesar de no haber estado por ahí durante muchos años, la banda ha permanecido unida y creo que tenemos algo más de experiencia. Está sonando mejor que nunca y eso era algo fundamental para acometer este proyecto.

¿Ya ha tenido tiempo de reconocer las nuevas leyes que impone la industria del disco?

Me estoy recolocando en ella y creo que, a pesar de la enorme incertidumbre que hay alrededor de ella, este disco tiene algunas ventajas que no tuvieron los anteriores. Cuando se empezaron a sentir los cambios yo andaba algo despistado y no entendí que era necesario evolucionar a un estadio que era desconocido para mí. Hoy no es fácil vender un producto, pero sí puedes cerrar unas alianzas comerciales -en su discografía hay 17 proyectos- que te ayuden a minimizar las pérdidas que está ocasionando la crisis.

¿"Corazón profundo" es el resultado del artista que no aceptar irse definitivamente?

Siempre supe que tenía una canción por escribir o un sonido por descubrir. Sé que en medio de este parón se han colado músicos que forman parte de las nuevas generaciones, pero yo no me voy a ir tan fácil. Por lo menos, sin pelear por lograr él éxito que tuvimos en el pasado. Siento que la música me ha querido dar una segunda oportunidad y estoy preparado para aprovecharla. "Corazón profundo" es lo que nos hace pelear en la vida y lo que nos sujeta a unos sentimientos que no queremos perder nunca. Supongo que eso fue lo que más pesó a la hora de planificar los temas que hay en el disco.

¿Usted, que tiene grandes influencias venezolanas en su vida -afectivas y sentimentales-, cómo ve el proceso electoral que se abre hoy en ese país?

No soy un hombre de discursos políticos porque creo que es mucho más importante que el ser humano luche por hallar un acomodo social que no es fácil de lograr... Por mi manera de hablar muchos creen que soy venezolano en lugar de colombiano, esa es otra de las hermosas herencias canarias, pero no quiero condicionar a nadie. Lo único que pido es que este domingo Venezuela comience a sentir que es posible una renovación democrática y que Dios mire de reojo a un país tan querido. Esa ayuda no le vendrá mal.

Solidario y abierto a los conflictos que se dan en ciudades como Santa Marta o Cartagena de Indias, Carlos Vives señala que le "gustaría ser más útil -colabora con Unicef-, pero a veces lo único que puedo aportar son mis canciones", dice el colombiano.