Vino a Tenerife durante un año para participar en un espectáculo con el sello del Ballet Tropicana y decidió quedarse. "Encontré un lugar que tenía muchísimas conexiones sociales y culturales con mi país. No me costó demasiado adaptarme, pero siempre mantuve abierta la puerta para regresar. Por ahora me siento cómoda en Tenerife", asegura una cantante nacida en Santiago de Cuba. Claritzel mostrará el próximo jueves en el teatro Leal de La Laguna, a partir de las 21:00 horas, un proyecto denominado "Ciclo de Boleros", un boceto artístico con el que se presenta como solista. "Nervios no hay, pero sí una enorme responsabilidad para no defraudar a nadie", desvela la exconcursante de "La Voz". De su participación en el "talent show" de Tele 5 destaca la importancia que tuvo dar a conocer sus virtudes a la audiencia y lo que implicó competir por un sueño.

¿Por qué decidió apostar por el bolero para su primera puesta en solitario escena como artista?

El bolero es el género musical con el que más me siento identificada, pero no el bolero tradicional, sino una propuesta que se acerca mucho más al "feeling" o incluso con una base jazzística.

¿Es inevitable que le pregunten por su paso por "La Voz"?

Eso es algo que está ahí y que obviamente ha marcado un antes y un después en mi carrera. Ese concurso me permitió llegar a miles de personas que no me conocían y muchos de los proyectos artísticos que vivieron después están vinculados de alguna manera con mi paso por "La Voz".

¿Se plantearía volver a vivir una experiencia similar?

Hay cosas que no me importaría volver a vivir y otras que no, pero prefiero quedarme con la seguridad que he ganado viviendo desde dentro una experiencia que me ha permitido creer mucho más en mis posibilidades. Ahora siento que la música tiene un hueco para mí.

Hacer oír su música desde un archipiélago siempre es más complicado que desde un territorio continental, ¿no?

Digamos que cuesta un poquito más... Yo llegué a Tenerife siendo muy jovencita, recién salida del Conservatorio y sin una carrera demasiado conocida en Cuba, aquí fue donde empecé a desarrollar aspectos que aprendí en el coro del Tropicana. Yo he decidido tirar para delante con mi sueño, a pesar de que ahora la cosa pinte mal... Lo importante es ser positivo y creer en lo que haces porque en la vida te vas a encontrar con gente que lo pone muy difícil. Creo en el poder de la frase "algún día yo seré".

¿Y en qué punto se encuentra su sueño artístico?

Algunas de las cosas que soñé ya me están pasando y otras vienen de camino. Hay perspectivas de tener pronto un "single".

¿Qué le falta a su carrera para ver si tiene hueco o no en la escena nacional?

Un empujoncito para que ese sencillo se convierta definitivamente en una realidad y algo más de visibilidad. La Claritzel que estará en ese disco será más divertida y distinta a la que se ha visto hasta el momento. Lo otro, la formación, está dentro de mí desde hace varios años. Este mundo no te permite acomodarte porque enseguida se olvidan de ti. Todo se complica un poquito más cuando eres consciente de que todo está por hacer y solo te queda trabajar muy duro para conseguir ese objetivo.

¿Cómo puede afectar la actual coyuntura económica a sus planes de futuro?

Los artistas sabemos que las condiciones del mercado no son las mismas que las que existían hace unos años y, por lo tanto, hay que marcarse unos retos más modesto. Hoy en día ya es un riesgo grabar un "single" y esperar a ver si funciona.

¿Hay nervios de cara al espectáculo que ofrecerá el próximo jueves en el teatro Leal?

Algo sí que hay, pero también confío mucho en mis posibilidades porque detrás del "Ciclo de Boleros" existe un trabajo bien planificado. Es verdad que siempre he ido un poco escondida -ríe al referirse a otras colaboraciones- y que ahora soy yo la protagonista, pero el repertorio que se ha elegido es bueno, los músicos maravillosos y la ilusión por gustar es inmensa. El hecho de enfrentarme por primera vez a un público que ha comprado una localidad para verme es una responsabilidad, pero en estos instantes mi único deseo es no decepcionar a nadie.