No hay distancia que el tiempo no supere, como demuestra la última "marcianada" de Seguridad Social, un disco en vivo capaz de congregar en un mismo escenario "a un ''rocker'' y un ''punk'' que no se habrían mirado a la cara hace 30 años", además de otros "curiosos" cruces como el de Bunbury versionando "Chiquilla".

"30 años con Seguridad Social... por siempre jamás" (Blanco y Negro Music) es el resultado de esa "celebración entre amigos", que se pone a la venta hoy con un DVD que se grabó en mayo en Alicante, junto a artistas de tan diversos pelajes como Raimundo Amador, Carlos Tarque (M-Clan), Carlos Segarra (Rebeldes) y Javier Ojeda (Danza Invisible), entre otros.

Además de los problemas para conciliar agendas, han sido muchas más las dificultades que el proyecto tuvo que superar para su realización, ha declarado un satisfecho José Manuel Casañ, alma máter de la banda valenciana, que tuvo en 1982 su primer gran éxito con "Comerranas".

El concierto no pudo grabarse en el Teatro Principal de Valencia, como hubiese querido, porque no les cedieron el espacio. "Pero en Valencia estamos acostumbrados a que pasen estas cosas", ha dicho el artista, que encontró cobijo y más comprensión en el Auditorio de la Diputación de Alicante.

De la lista de invitados se cayeron Santiago Auserón, Loquillo, Amaral y Melendi, inmersos en otros proyectos, pero logró rescatar, aunque fuese fuera del directo, a Carlos Goñi, que se había roto el codo en una caída, y a Bunbury, el cual grabó su colaboración desde Los Ángeles.

Igual que la mayoría de los artistas que participan en el disco, el zaragozano escogió la canción que quería interpretar. En su caso, sorprendentemente, la elegida fue la gamberra "Chiquilla", que "se lleva a su terreno" junto a Raimundo Amador en un trío "tremendo".

"La sociedad ha evolucionado y ahora nos gustan más las canciones que los estilos", explica Casañ sobre el atípico encuentro de tribus musicales que se dan en este disco, que no hubiese sido posible hace 30 o 20 años, cuando temas como "Mi rumba tarumba" o "Quiero tener tu presencia" se convertían en éxitos.

Entre esos dúos que entonces hubiesen sido extraños, se encuentra el que Casañ protagoniza con la única mujer del proyecto, Sole Giménez, exvocalista de Presuntos Implicados, con la que interpreta "Un beso y una flor", el clásico que popularizó Nino Bravo, convertido en un "himno" con el que se cierran los conciertos de Seguridad Social.

Destaca cómo en el formato acústico, las canciones suenan "más desnudas", con los arreglos mínimos. De hecho, la primera parte se sustenta con cajón, guitarra española, voz y bajo, en un formato muy internacional o, como dice su autor, "un batiburrillo" en el que se entremezclan rumba, "soul" y "blues".

Carlos Tarque, destaca Casañ, protagoniza una "rotunda" versión de "No verte más"; Javier Ojeda se encarga de "Solo tú (eres mi pasión)"; Carlos Goñi se apropia de "La camisa de once varas", y Carlos Segarra hace lo propio con "Acción", en este proyecto que también ha contado con las colaboraciones internacionales de los mexicanos Panóptica Orchestra y de los argentinos Estelares.

A esas tierras viajará Casañ a principios de 2014, una vez cierre una nutrida gira española. Después, adelanta, se embarcará en un "proyecto monográfico interdisciplinar" que le tiene muy emocionado y que le ocupará al menos un par de años.