El sector turístico en España, en general, y en Canarias, en particular, entra en un proceso de cambio para el que hay que estar preparados, aunque en este sentido, Canarias ha logrado posicionarse como destino de referencia, dado que, en los últimos años, ha diversificado su oferta y se ha abierto a nuevos países emisores.

El turismo se ha convertido en uno de los principales sectores económicos de España, en general, y de Canarias en particular, pero los hábitos de consumo y las necesidades del viajero se han modificado desde que en los años 90 del pasado siglo despuntara en nuestro país la industria turística.

Ahora nos encontramos con viajeros cada vez más curiosos y mejor informados, con destinos de atracción turística que antes no existían, y sobre todo, mirando hacia Canarias, con la mejora política y social de países del Mediterráneo, como Túnez, Egipto o Turquía, que amplían la oferta.

Es cierto que somos cada vez más las personas de todo el mundo que viajamos, a la vez, por muchos destinos; no en vano, España recibió 82 millones de turistas en 2018, de los cuales casi 16 millones vinieron a Canarias, que consiguió la segunda mejor cifra de visitas después de 2017.

Los últimos 20 años han cambiado el paradigma del turista, pues desde primeros de este siglo lo que buscan los viajeros son destinos diferenciados, experiencias que vayan más allá de sol, playa o buenas infraestructuras, paquetes vacacionales hechos ad hoc para grupos determinados con necesidades muy particulares, y sobre todo, el turista está más preocupado por la sostenibilidad y el medioambiente.

Otro cambio importante con el que tiene que contar la industria, y que marcará los años venideros, es la implosión de nuevas tecnologías que hacen de los destinos un producto al alcance de cualquier persona, que podrá reservar en tiempo real y que contará con las impresiones y los efectos, adversos y positivos, de otros turistas. Todo esto va a determinar la toma de decisión del turista, por lo que el destino que esté mejor posicionado será el elegido por los futuros viajeros.

Esto significa que los destinos turísticos tendrán que crear nuevas políticas de captación y fidelización de sus clientes. El desarrollo de las tecnologías, con herramientas de trabajo y conocimiento como Big Data abre grandes posibilidades a la industria turística, pero para ello el sector tiene que estar preparado y sus profesionales muy bien formados, pues no solo deben conocer el sector, sino saber interpretar los datos, la información que reciben y las necesidades de un turista cada vez más exigente y que busca nuevas experiencias vacacionales.

El turismo en España, en general, y en Canarias, en particular, afronta dos retos de cara a los próximo años: la apuesta por la sostenibilidad y por atraer turistas que busquen destinos de calidad, con el objetivo de aumentar el gasto por turista primando así estrategias de crecimiento sostenible en destino.

Y para ello debemos seguir progresando, con el fin de mantener nuestro liderazgo mundial, y apostar por la innovación tecnológica en el sector. Además de diversificar la oferta, no sólo de sol y playa, sino también de turismo rural, de naturaleza, cultural, deportivo, gastronómico...

Además, considero que se debe dirigir la atención a mercados nuevos, no solo el británico, alemán y francés. El escandinavo, por ejemplo, que busca el turismo rural; o el asiático, no solo el chino sino también el coreano, el japonés, el indio, el malayo... La captación de estos mercados es fundamental y ferias como Fitur son muy importantes para lograrlo.