Licenciado en Economía por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Máster Oficial en Dirección y Planificación del Turismo, Isaac Castellano (Lanzarote 1979) llegó el 1 de agosto de 2017 a la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes, en sustitución de María Teresa Lorenzo, quien optó por dimitir antes de una destitución que se daba por segura.

Con fama de tener un "talante dialogante", ha logrado reorientar todos los conflictos que le dejó su antecesora, salvo la normativa que debe ordenar el desarrollo del alquiler vacacional en el Archipiélago, cuya regulación está pendiente de un nuevo decreto, "condicionado", eso sí, por una sentencia reciente del Supremo que prohíbe vetar este tipo de viviendas en zonas turísticas, tal y como pretendía el Ejecutivo canario. Antes de viajar a la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid, Castellano analiza la situación del sector "en un año lleno de incertidumbres".

narias a esta edición de Fitur?

Acude en un escenario que se abre en 2019 lleno de incertidumbres; después de un año 2018 que valoramos positivamente, pues la rebaja o la pérdida de turistas ha sido inferior a la que se auguraba a principios de año y donde hemos observado cifras positivas vinculadas al sector turístico, relacionadas con la generación de empleo o el volumen de negocio.

¿En qué sentido?

En el año 2018 hemos conseguido que, a pesar de contar con menos turistas, la cifra de negocio incluso se haya incrementado ligeramente en los once primeros meses del año, lo cual es muy positivo.

¿Por alguna razón especial?

Esto se consigue mediante el incremento del gasto del turista en el destino, a través de un conocimiento más profundo de las motivaciones del turista, para conectarlo con los recursos de los que disponemos en Canarias y por lo tanto incrementar ese gasto. A eso hemos dirigido la estrategia de promoción turística y desde luego ha dado muy buenos resultados.

¿Y las incertidumbres?

Somos conscientes de que 2019 viene con acontecimientos importantes, como pueden ser el propio "brexit" y la recuperación todavía en marcha de los países de la cuenca mediterránea. En el caso de Turquía, por ejemplo, una recuperación que será muy pronunciada y que posiblemente afecte a la llegada de turistas procedentes del mercado alemán.

¿Tiene margen de crecimiento en Canarias el turismo peninsular, que es en el que está centrado esta feria?

Sí, efectivamente, tenemos margen. Debemos tener presente que en los tiempos previos a la crisis el turismo peninsular representaba en torno al 20% de los turistas que venían a Canarias. En la actualidad, está rondando un 10%. Estamos trabajando precisamente en esta línea de recuperación del mercado peninsular con muy buenos resultados en 2018. Tanto es así que, en buena medida, esa recuperación, que en los once primeros meses alcanza el 4,7%, ha contribuido a compensar la pérdida de otros mercados importantes, como el Reino Unido o Alemania.

La acción de las campanadas de Fin de Año recibió algunas críticas por su coste, connotaciones electorales, su pobre impacto, ¿qué valoración hace usted de esta acción promocional?

Más allá de algunas consideraciones de tipo político, desde el punto de vista de la promoción ha sido una acción con un rotundo éxito, si analizamos los medios ganados y que, además, obedece a la estrategia que sigue la Consejería de Turismo, a través de Promotur, de aprovechar fechas señaladas para alcanzar una notoriedad, por parte de nuestra marca, al menor coste posible. Se ha hecho referencia al coste que ha tenido esta campaña y, sin embargo, poca alusión al gran impacto que ha tenido. Si lo hubiéramos tenido que pagar, la evaluación de los medios ganados y no pagados asciende a más de cinco millones y medio de euros. La campaña ha sido un éxito.

¿Está satisfecho con la labor de promoción que desarrollan las diferentes administraciones públicas, tanto el Gobierno, cabildos y ayuntamientos o cree que se debe corregir algo?

Las estrategias de promoción se tienen que revisar de forma permanente, porque nos encontramos ante un entorno tremendamente volátil en el que la capacidad de adaptación es un objetivo o un elemento indispensable para mantener la competitividad. En este sentido, hay coordinación con las administraciones.

¿Existe consenso, entonces?

Ahora estamos trabajando también en el plan estratégico de Canarias para el turismo, un documento que además será fruto del consenso, no solo de las administraciones, sino también de todos los agentes relacionados con el sector turístico, y sin duda avanza en esa línea de la toma de conciencia de que el destino turístico Islas Canarias lo construimos entre todos los agentes. Es importante que alineemos nuestros esfuerzos para conseguir los mejores objetivos. En cualquier caso, hay que decir que la promoción es adecuada y así está reconocido también por los profesionales del sector.

¿Se ha superado la división entre algunos municipios y la Comunidad Autónoma a la hora de hacer promoción?

Tengo que decir que la polémica, que tuvo cierta notoriedad en medios de comunicación, está resuelta. Se circunscribía a la cuestión del estand de Fitur, a los espacios disponibles para la celebración de ciertos eventos o sesiones de trabajo. En esta edición la Asociación de Municipios Turísticos de Canarias estará bajo el paraguas de la marca Isla Canarias y contará con el espacio que demandaba. En cualquier caso, para mi tal polémica no existió.

Cada vez hay más demanda de lo que se llama turismo de experiencias. ¿Canarias está subida a ese tren o seguimos enganchados solamente al sol y playa?

Somos conscientes de que el gran valor, si hay que destacar uno de ellos, del destino Islas Canarias es contar con el mejor clima del mundo, y evidentemente constituye la principal motivación de los turistas que visitan nuestro archipiélago. Pero a partir de aquí tenemos que seguir profundizando en la estrategia de segmentación de perfiles de turistas, siendo capaces de establecer sinergias entre la industria turística y otras actividades que se desarrollan en las Islas. El turista que viene a Canarias disfruta del mejor clima del mundo, pero también de nuestros paisajes, de nuestra gastronomía, de nuestra cultura... En definitiva, de todos aquellos elementos que complementan la oferta de las islas.

Habla usted de concienciar, ¿hay conciencia de que la clave está en la calidad más que en la cantidad?

Tenemos que ser conscientes de que para mantener la competitividad, la apuesta por la calidad, que pasa por el conocimiento profundo del cliente, tiene que ser acentuada. Hoy en día contamos con herramientas para disponer de este conocimiento y, desde luego, esa es la línea en la que tenemos que avanzar. Con independencia de otros debates acerca de posibles cantidades, pero evidentemente la apuesta pasa por la calidad y por incrementar el gasto del turista en nuestro archipiélago.

A la hora de hablar de turismo de calidad esto lleva aparejado que tanto el sector privado tiene que renovar establecimientos como el público realizar inversiones. ¿Está cumpliendo cada uno su parte o quedan muchas cosas por hacer?

Todo lo que se invierte en este sentido es mejorable, en la medida en que cuanto más se invierta mayor será la calidad, tanto de los espacios públicos como privados. Ha habido una apuesta importante del sector privado por la mejora de establecimientos, con independencia de que nos encontremos con realidades diferenciadas, y también por la parte pública. En el año 2018 se recuperó en cierta medida las inversiones que venían del Estado, con ese plan de infraestructuras turísticas que lamentablemente en los presupuestos generales del Estado de 2019 no viene contemplado. Todas las inversiones que hagamos tanto en los espacios públicos como privados contribuyen a mejorar la competitividad del destino.

Usted habrá tenido conversaciones con la nueva ministra de Turismo o algún alto cargo de su departamento y conocerá sus disposición. ¿Hay margen para recuperar esa partida?

En cada una de las ocasiones en que he tenido la oportunidad de reunirme con la ministra, le he planteado esta circunstancia, la necesidad, la importancia de mantener una partida destinada a la inversión en el espacio público turístico. Pero lo cierto, y no puedo decir otra cosa, es que, a día de hoy, no están contemplados en esos presupuestos, como otras tantas partidas que, sin ser específicamente turísticas, sí contribuyen a mejorar la infraestructuras que, de una forma más directa o indirecta, también repercuten en lo que ofrecemos a nuestros turistas.

¿Se ponen en peligro obras importantes con la desaparición de esta partida?

No solo estamos hablando en este caso de lo que no se ha contemplado en el presupuesto de 2019, no solo del plan de infraestructuras turísticas dotado con 15 millones de euros, sino también de seis millones de euros adicionales relativos a obras relacionadas con Costas, cuyos proyectos como la playa de Valleseco están vinculados. Es obvio que ante la pérdida de fondos se pone en riesgo la ejecución de proyectos en Canarias.

El presupuesto de su departamento también recibió críticas cuando fue presentado en el Parlamento de Canarias. Se dijo que era muy pequeño para la importancia que tiene este sector en la en el PIB de la Comunidad Autónoma. ¿Los 76 millones de euros con que cuenta son pocos para su departamento?

Supongo que si a cada consejero le preguntan por la suficiencia o insuficiencia del presupuesto, pues siempre será el deseo de todos incrementarlo, pero evidentemente también tenemos que ser conscientes de las necesidades que tenemos que afrontar. Es un presupuesto con un marcado carácter social, en el que gran parte se destina a los servicios públicos esenciales: sanidad, educación y servicios sociales. Entendiendo esta situación, que el presupuesto se ajusta a la realidad, hay que ser conscientes de que hay más partidas, aparte de las que dispone esta Consejería, que repercuten en lo que somos como destino turístico. En cualquier caso, el objetivo que nos habíamos planteado era el mantenimiento también del plan de infraestructuras turísticas con el Estado, incluso la posibilidad de que este se viera incrementado, teniendo presente que si bien en 2018 planteaba 15 millones, en el año 2012, cuando se retiró, estaba dotado con 50 millones de euros. Obviamente tendremos que seguir trabajando en este periodo de enmiendas para incrementar esta partida.

¿Cuáles son la principales amenazas que tiene ahora mismo el sector turístico en las Islas?

Sobre todo las relacionadas con la evolución del contexto internacional. Tenemos la amenaza del "brexit", que en estos momentos lo que introduce es una gran incertidumbre, sobre todo en un elemento tan importante para Canarias como es la conectividad aérea. No sabemos en qué condiciones van a poder operar las compañías aéreas, ya sea entre la UE y el Reino Unido como algunas compañías importantes para Canarias dentro del propio entorno de la UE, en función de su consideración como empresas comunitarias o no. Esto abre escenarios diferentes, pero evidentemente este es el elemento que introduce mayor incertidumbre. Y después tenemos, como decía al principio de la entrevista, la recuperación de los países de la cuenca mediterránea, especialmente importante en el caso de Turquía, con un previsible crecimiento que desde el punto de vista porcentual puede superar los tres dígitos y que posiblemente nos afecte a un mercado tan importante como es el alemán, no tan fiel, quizás, habría que decirlo, como el británico en relación a nuestro archipiélago.

¿En la conectividad aérea, qué alternativas hay ante estos peligros que ha citado?

Tenemos que seguir profundizando en una estrategia que era previa a este proceso de diversificación de mercados. Hoy Canarias está mejor conectada que nunca en su historia y hay que seguir profundizando en esta línea que nos permite, ante una posible crisis o un descenso en la llegada de turistas procedentes de un país emisor, que se pueda compensar con la llegada de turistas procedentes de otros países. Esta estrategia ha dado muy buenos resultados y, por otra parte, también ha sido reconocida en foros importantes como la World Routes recientemente celebrado en Guangzhou, en China, o ya el año pasado en Barcelona.

Un compañero de su partido, el consejero de Turismo del Cabildo de Tenerife, ha vuelto a poner sobre la mesa la oportunidad de aplicar una tasa turística en las Islas, ¿qué opina el Gobierno de Canarias?

Nosotros lo hemos dicho ya en reiteradas ocasiones, no compartimos que en este momento se pueda establecer este tipo de tasas que vienen a gravar, de forma adicional, un hecho imponible que ya en la actualidad está gravado con el IGIC. Este sería un elemento difícil de entender por parte del turista, al que se le hace pagar por partida doble cuando decide visitar el Archipiélago. Además, el IGIC se establece en función del precio pagado y se relaciona más con la capacidad de pago del turista que la tasa que se ha propuesto en días recientes, que se limita a establecerse en función de la categoría del establecimiento. También tengo que remarcar que incluso en lo que es el propio reparto que se propone establecer con esta tasa, resulta insolidario en la medida en la que se pretende distribuir solo en función del criterio de las camas turísticas con las que cuentan los municipios, cuando realmente los espacios frágiles que hay que proteger también con interés turístico se distribuyen por toda la geografía de las Islas.

No podríamos terminar sin una pregunta sobre el alquiler vacacional. ¿Se le ha atragantado a su departamento este asunto?

No, no se ha atragantado. Lo que sí es obvio es que la sentencia reciente del Tribunal Supremo condiciona el desarrollo de la normativa, porque nosotros no podemos hacer otra cosa que respetar el fallo del TS. A partir de aquí se establecen límites de actuación por parte de la Administración, en este caso por parte del Gobierno, y conforme a esos límites, en ese marco, nos vamos a mover para garantizar que, en la medida de nuestras posibilidades, la oferta relacionada con el alquiler vacacional se produzca de una forma ordenada. En cualquier caso, sí que reiteramos que una solución a este fenómeno, a este reto que nos plantea el alquiler vacacional, que siempre he dicho, y lo quiero dejar claro, proporciona posibilidades de obtención de renta que no podemos desestimar, pero que también plantea una serie de riesgos, es un fenómeno, repito, en el que se tienen que implicar todas las administraciones, partiendo del hecho de que si hacemos un análisis de la distribución espacial del fenómeno nos encontramos con realidades completamente diferenciadas y diferentes en el entorno de nuestro archipiélago, que no obedecen ya a las diferencias entre islas sino a espacios muy específicos en los que este fenómeno tiene unas implicaciones diferentes.