El presidente del Principado, Javier Fernández, ha advertido este viernes de que negar "la buena realidad turística" de Asturias supone hacerle "un mal favor" y ha incidido en que los datos, que reflejan una cifra de más de dos millones de visitantes por tercer año consecutivo, constatan esa situación.

En su intervención durante el acto institucional del Día de Asturias en Fitur, ha asegurado ser consciente de que los números "no se discuten, pero se retuercen" tras incidir en que el Principado ha vuelto a superar, como viene haciendo desde 2016, las cinco millones de pernoctaciones.

A estos datos se añaden, ha apuntado, el crecimiento del mercado internacional, una prioridad para su Ejecutivo ha apuntado, con lo que la aportación del sector turístico al valor añadido bruto (VAB) de Asturias se situó al finalizar 2018 por encima del 10 por ciento y generó además el 11 por ciento del empleo.

Lo malo de negar los datos, ha advertido, "es que se puede decir cualquier cosa sin ponerse colorado", pero, a su juicio, la realidad "tan tozuda como manda el tópico, demuestra que el sector turístico asturiano va bien, mejora y se consolida año tras año" y sigue siendo una de las actividades más dinámicas de Asturias.

De cara al próximo año, Fernández ha incidido que el Principado mejorará la oferta de conexiones aéreas del aeropuerto de Asturias gracias a los contratos de promoción turística y conectividad con París, Londres y Fráncfort, a los que el Principado destinará 1,6 millones de euros.

Esa cifra, según Fernández, demuestra que el Principado "nunca se ha conformado con la pérdida de enlaces del aeropuerto" y que no se ha quedado de brazos cruzados ante decisiones libres de las compañías aéreas.

El presidente también ha incidido en la necesidad de repensar cómo fortalecer la capacidad turística del Principado en un momento en el que cada vez hay más y más variadas formas de hacer turismo.

Los clichés del sol y playa o de que el turismo se hace sólo en verano están ya superados y, según Fernández, hoy es polifacético y abarca desde la aventura al turismo sanitario, el de congresos, el rural, el urbano, el que se hace cualquier fin de semana o, en algunos casos, cualquier día del año porque "la distinción no la marca tanto la capacidad económica, como la disponibilidad de tiempo.

Con este crecimiento imparable del turismo y su democratización hay que repensarse "sin cesar" algo que, según el presidente, el Gobierno asturiano hace de continuo, si bien ha advertido de que es un camino por el que no puede transitar sólo y al que deben sumarse empresarios, trabajadores y administraciones.

En una edición de Fitur en la que la cultura sidrera asturiana ha tenido un especial protagonismo porque opta a ser declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, el presidente asturiano ha advertido que conseguir ese objetivo repercutirá positivamente en el turismo y la hostelería.

Por ello, y tras asegurar que "la sidra es la más amistosa de las bebidas, la que mejor se comparte", el presidente ha hecho un llamamiento a la sociedad asturiana para que se involucre en el apoyo a la cultura sidrera.

"Digo sidra y digo turismo porque uno de los grandes atractivos de Asturias es su gastronomía", ha afirmado el presidente ante decenas de autoridades y personas que se han dado cita en el expositor del Principado de Fitur.

Entre ellos se encontraba la candidata del PP a la presidencia del Principado, Teresa Mallada, o el vicepresidente primero del Congreso y portavoz de Ciudadanos en Asturias, Ignacio Prendes, así como alcaldes, como la de Avilés, la socialista Mariví Monteserín, entre otros muchos.