Un menú fresco, rápido y económico es la sugerente propuesta que incorpora el restaurante Sinfonía (Calle del Humo, nº 2, Tfno.: 922.53.53.50. Cerrado los domingos). La posibilidad de degustar por sólo 26 euros hasta tres entrantes, un plato de pescado y otro de carne, culminando con un postre, se antoja asequible a cualquier bolsillo pero, sobre todo, a cualquier paladar. Más aún cuando la mano del chef Diego Maderna está de por medio. Este profesional de los fogones trabaja con un gusto exquisito, maneja las texturas, los tiempos de cocción y conjuga los sabores en una partitura de notas precisas, que concluyen con un regusto de placidez. Un suspiro de placer y el café. No queda sensación alguna de hartazgo. El equilibrio domina.

El denominado menú Bistronómico se compone de los siguientes platos:

Caballa marinada en pomelo rosa con su vinagreta de amapola. El emplatado es sorprendente (es que las flores también son comestibles), y el marinado de un género como la caballa resulta agradable al paladar (el mayor o menor punto crudo es un capítulo personal), una sensación a la que ayuda el ligero toque de acidez que le incorpora la lima.

Taco de foie ahumado, crema de maíz y sorbete de mandarina. La presentación ya es un espectáculo. El plato llega a la mesa cubierto por una campana de cristal que al destaparse libera los efluvios del ahumado. El foie está tratado con mimo y en boca sabe finísimo, se deshace. La combinación con el sorbete despierta sentidos.

Ensalada de pechuga de pularda escabechada con pimienta larga de Java, más helado de queso azul. Un ejemplo de perfecta combinación de sabores, aunados, sin dominios ni preponderancias. La carne del ave, tierna, mientras la pimienta y el helado de queso acompañan a buen tono para conseguir un plato que se saborea.

Medregal de Anaga, papas escalivadas con berros, brotes y ajoblanco. El pescado mantiene un leve punto crudo que lo enjuga. La papilla, muy suave, deja un halo delicioso en el paladar.

Arroz jambalaya con magret de pato, langostinos y chiles habaneros. Acaso sea un plato ideal para presidir la mesa en una reunión de la Alianza de las Civilizaciones. El arroz jambalaya, que dicen viene del francés jambon y el africano Yaya, quiere decir arroz, es un plato típico de Nueva Orleans. Diego Maderna le suma un magret de pato, producto típicamente francés, con unos langostinos en banderilla y unos chiles habaneros.

Brownie de chocolate, crema de melocotón blanco y sorbete de melocotón de viña. Un postre para disfrutarlo.

El menú estuvo maridado con un ENATE Chardonnay 234 de Somontano, un blanco de intenso aroma varietal; Tinto Venta Mazarrón. Tempranillo 2005, de Zamora, previamente decantado, y un caldo de premio: Diego Semidulce 2008 de Stratvs (Lanzarote).