Sorpresa, la de uno mismo, con copa de destilado en mano y saboreando la quietud del momento en la sala tranquila. Agradable sobremesa; enfrente, los ventanales que dejan adivinar la masa de agua marina moviéndose ajena a la conversación de los comensales.

En La Marea, restaurante a la carta del hotel Maritim, se ha querido reencontrar la gastronomía con gusto, de producto de la tierra que no quede mitigado en sabor; sin necesidad de enrevesamientos vacuos. No sobredimensionado pero sí bien "armado", el listado que maneja el equipo de cocina acoge sutilezas o propuestas categóricas -caso de unas carrilleras de cerdo ibérico muy bien interpretadas-, que rehúyen la máxima de los últimos tiempos: ¡plato grande-ración chica!

La dirección de este emblemático complejo hotelero de Tenerife considera que la cocina sin tapujos, a cargo del chef en la supervisión general y del joven cocinero Marcos Luis, puede ser un acicate para que el comensal, ese que no se hospeda allí, pase del hall y disfrute abiertamente de instalaciones y entorno, ¡ah! y de precios muy acordes con los tiempos difíciles que corren. En la presentación de esa carta -indaguen y comprueben-, se evidenciaron buenas maneras de Luis, que remarcó el afán de rubricar la sencillez no exenta de certeras pinceladas de evolución. Por tanto, un queso de cabra asado con sirope de romero y unos piñones tostados pueden ser una de esas buenas premisas para empezar en mesa y mantel en esta casa; el medallón de cherne, chipirones a la salsa de parmesano y albahaca, todo sin estridencias, destacaba sobre todo por el punto de cocción del pescado. Excelente la carrillera, plato estrella. Decir que los vinos Monje son aquí emblemáticos. (El Burgado, Los Realejos; 922 37 90 00).