Los cultivadores de las bayas del goji dicen que es una fruta extremadamente delicada que no acepta ser tocada por mano humana. Cuando alguien lo hace, transforma su color carmesí en otro muy oscuro, prácticamente negro. Por eso, para recogerla, se sacuden las ramas del goji y sólo las frutas que caen son recolectadas en mallas de bambú para luego ser transportadas, lavadas y puestas a secar. Una vez semideshidratadas, se envasan al vacío para su consumo. Los asiáticos las comen tal cual, como zumo o formando parte de ensaladas, sopas, cremas o diferentes recetas.

¿Cuál es su secreto? Su composición, ya que se trata, según algunos expertos, de una fruta con gran densidad de nutrientes, entre ellos, 21 oligoelementos, 18 aminoácidos, proteínas, fibra, carbohidratos, vitaminas esenciales, un amplio espectro de carotenoides antioxidantes,... ¿Hace un puñadito?