Al turismo, por el estómago: Madrid quiere consolidar como una de las grandes citas en el calendario turístico internacional su Gastrofestival, un evento que este año cumple su tercera edición sacando la gastronomía de la cocina para llevarla a las calles, museos, galerías y tiendas de la ciudad.

"Una ciudad para comérsela" es el título bajo el que se agrupan las actividades de este año, en las que participan más de 300 establecimientos e instituciones y que pretende, una vez más, imbuir a la ciudad y sus visitantes del espíritu de la cumbre gastronómica Madrid Fusión, que comienza mañana.

Con ese objetivo de "sacar a la calle" la alta cocina nació hace tres años un "Gastrofestival" que, como novedades este año, se ha extendido también a los ámbitos de la salud y la cultura enológica, y que a lo largo de dos semanas ofrece actividades culinarias aptas para todos los bolsillos.

"Es importante sacar a la calle lo que ocurre en los recintos feriales", ha considerado hoy el vicealcalde de Madrid, José Ángel Villanueva, quien ha resaltado el valor de la gastronomía como "expresión cultural de primer orden y realidad económica pujante".

Por ello, el objetivo de la ciudad es consolidar este festival del gusto como "una de las grandes citas en el calendario gastronómico internacional" y atraer visitantes a Madrid en un periodo, el de enero y febrero, que suele ser de vacas flacas para el sector turístico.

Quienes visiten la capital española durante las próximas dos semanas no tendrán problema para saciar vista, olfato, oído, gusto e incluso tacto.

"Madrid gastronómico", uno de los apartados más exitosos del Gastrofestival, regresa con sus "Cenas con las estrellas", que permiten probar en destacados locales de la ciudad los menús que preparan conocidos cocineros internacionales aprovechando su presencia en Madrid Fusión.

En numerosos bares y tabernas se podrá tomar una tapa y una cerveza por tres euros; restaurantes de alto nivel -desde tabernas centenarias a "fogones de autor"- ofrecerán menús de 25 y 40 euros con sus mejores recetas; y habrá actividades y ofertas en escuelas de cocina, tiendas gourmet y establecimientos especializados en menaje.

La presencia de la gastronomía en el arte queda patente a través de las exposiciones especiales que podrán verse en 20 galerías, y las pinacotecas se suman a la iniciativa con exposiciones como "La cocina del Thyssen", en el Museo Thyssen-Bornemisza; "De la Pintura a la Mesa", en el Sorolla; "El arte y la gastronomía", en el Lázaro galdiano, o "El Ágora de las Especias" en el de Antropología.

Para quienes gustan de "comer con los ojos" está la selección de películas relacionadas con la comida que proyectará la Filmoteca Española: "Delicatessen", "Fast Food Nation" o "Charlie y la fábrica de chocolate" son algunas de ellas.

Ni los conductores que circulen por el centro de Madrid podrán escapar al influjo de la buena mesa, ya que habrá "micro-obras" de teatro entre semáforo y semáforo, mientras que los más "fashionistas" se asombrarán al descubrir tiendas como las de Roberto Verino o Adolfo Domínguez decoradas con motivos culinarios.

De las novedades de este año destaca "Gastrosalud", que pone el foco en los buenos hábitos culinarios con cursos de cocina saludable, talleres de nutrición, menús ecológicos en restaurantes y tratamientos de salud y belleza con alimentos.

La segunda novedad, "Enocultura", se centrará en el mundo del vino, con catas, cursos de maridaje, visitas guiadas y el primer Festival de Música Independiente y Cultura Enológica en el Palacio de Vistalegre.