En islas como La Gomera uno tiene la sensación de que la tierra crece a cada paso, que la naturaleza se transforma, sin agobios, y que hasta el tiempo se detiene de vez en cuando para concederse, al menos, un aliento y una pausa.

En estos espacios todavía idílicos y sorprendentemente vírgenes es posible descubrir lugares como La Tienda del Vino (Carretera General de Arure, 93; El Jape; Valle Gran Rey; tfno.: 922 804079), un modesto, pero muy digno, establecimiento que atesora en apenas unos pocos metros cuadrados un sinfín de productos que representan auténticas señas de identidad.

Milagros Santos Negrín es la persona que regenta el local, una mujer además bodeguera, que destila sabiduría popular por cada uno de los poros de su piel y que representa, más allá de la edad, todo un ejemplo de lo que hoy se conoce como emprendeduría y que, quizás en su caso, habría que traducir como compromiso, esfuerzo y pasión.

Entre un zurrón para el gofio, un tambor o un odre, los vinos gomeros -cuya historia se remonta nada menos que al siglo XIV- acaparan la mayoría del espacio, también se brindan al visitante productos tales como mermeladas elaboradas a partir de frutas como mango, higos, dátiles o papaya; mieles de abeja y la fantástica miel de palma, utilizada en postres y cócteles, o bien como acompañante de distintas composiciones; el queso, concebido a partir de leche cruda de cabra o bien de la mezcla de cabra y oveja; los mojos, la salsa más típica de las islas y que se acomoda a infinidad de platos del recetario; el gomerón, ese licor que procede de la mezcla de miel de palma y parra; la mistela, producto de mezclar vino blanco, especias y azúcar caramelizada... Y todos los productos se aglutinan bajo la marca Alimentos de La Gomera, como una exposición de señas de identidad.