El cocinero valenciano Evarist Miralles aspira hoy a convertirse el primer español en ganar la fase europea del prestigioso concurso culinario Bocuse D''Or, con una propuesta "arriesgada" y basada en el "toque mediterráneo" que dan los productos de la tierra.

En la tercera edición de este certamen bienal conocido como las "Olimpiadas de la Cocina", Miralles competirá con otros 19 chefs europeos y tratará de romper la hegemonía de los países escandinavos, que acapararon los títulos continentales en 2008 y 2010.

El chef valenciano presentará ante el jurado una propuesta culinaria "muy arriesgada" y basada en productos de su tierra natal, como el vino Fondillol, naranjas valencianas, hierbas aromáticas, espárragos o acelgas, según avanzó a los medios mientras preparaba sus utensilios de cocina.

"Traemos las verduras dentro de la misma tierra donde han nacido, y ellos se han quedado alucinados con eso", afirmó Miralles, que acude al concurso tras proclamarse vencedor del XIII Campeonato de España de Cocineros en abril del año pasado.

"No vamos a copiar a los nórdicos ni a los franceses. Haremos lo que sabemos hacer, con aceite de oliva, mediterráneo puro y duro", afirmó el chef valenciano, responsable del servicio de "catering" El Bollit.

Su "misión" es quedar entre los 12 primeros clasificados para pasar a la fase internacional del Bocuse D''Or, que se celebra el año que viene en Lyon, "y allí darlo todo".

Durante 5 horas y 35 minutos y hasta las 16:15 horas locales, Miralles y su equipo prepararán un plato de carne y otro de pescado, con los mismos ingredientes de base que los otros 19 equipos nacionales.

Todo ello ante un nutrido grupo de público español, que destacaba por su efusividad entre el resto de los espectadores que han asistido a la Feria de Exposiciones de Bruselas, donde se celebra el evento, que debe su nombre al chef francés Paul Bocuse.

Antes de llegar hasta aquí, Miralles se ha preparado a conciencia durante dos años, un proceso "largo y duro" consistente en una primera fase de "conceptualización" de los platos, y otra de entrenamiento técnico de seis horas al día durante tres meses, explicó el preparador de Miralles, el también valenciano Ricard Camarena (restaurante Arrop).

Para competir en circunstancias óptimas, lo principal es "creer en el proyecto y en los platos que se cocinan", dijo a los medios Camarena, cuyo restaurante cuenta con una estrella Michelín.

El equipo español trae decenas de ingredientes propios, con los que complementará los productos base que todos los concursantes deben emplear en sus dos preparaciones: dos pollos de granja para el plato de carne, y para el de pescado siete filetes de lenguado y un kilo de camarones grises.

Las clasificaciones finales, que se conocerán mañana, dependerán de la nota que de el jurado internacional de a cada uno de los platos, y que valorará tanto el sabor como su presentación y originalidad.

Además de obtener el pase a la fase final mundial, los tres primeros clasificados se repartirán los trofeos "Bocuse de Oro Europa 2012", con una dotación de 12.000 euros, el galardón de plata (9.000 euros) y el Bocuse de bronce (6.000 euros).

Miralles afronta este reto "descansado y sin nervios", con la intención de "disfrutar y dejar el pabellón español lo más alto posible".

Preguntado por la posibilidad de dejar España si lograra el galardón, el cocinero bromeó diciendo que hará "lo que mande" su mujer.

La mayor referencia culinaria de Miralles es su madre, ya que a su juicio "no hay cocinero más honesto que la madres".