Si es cierto que somos animales de costumbres -yo al menos en parte lo acepto así-, no estaría mal que fuéramos recuperando, y cuanto antes mejor, el instinto y las buenas maneras. Y se me antoja que un camino ideal es el que conduce hacia los mercados; el que cruza a través del populoso bullicio de sus pintorescos puestos; el que se detiene a observar los detalles que representan estos espacios como cuna y raíz del intercambio y el contacto, del trueque y del trasiego, tanto humano como comercial.

Creo que siendo sincero, el Mercado Nuestra Señora de África -la coqueta Recova santacrucera- está sabiendo aglutinar de un tiempo a esta parte, tradición y modernidad, mezclando en su justa medida sensibilidades y gustos diferentes sin alterar el pulso vital de su esencia.

Y es ahí, en el mismo patio central y mirando hacia uno de sus costados donde asoma el acogedor espacio de o''gourmet, un pequeño local, bien diseñado y aprovechado, en el que Bruno Badda y Muriel Maurin sirven a granel todo un mundo de deliciosos productos.

Los ojos se pierden entre las estanterías, absortos y relamiéndose ante un paisaje que invita a descubrir los aromas y sabores de una experiencia sensorial única, de productos ideales en un lugar que también es ideal. Porque en este espacio todo se ofrece a medida y se cata, si el cliente así lo precisa, como era menester antiguamente: los aceites de oliva virgen extra o bien esos vinagres balsámicos con una tradición centenaria llegados de Módena y envasados en botellas de particulares diseños.

Los productos, que son obra de pequeños productores, se convierte en exquisitas artesanías: sales aromatizadas; pastas italianas; mermeladas y gelee.., marcas exclusivas e importadas directamente del productor.

En o''gourmet también disponen de una selección de los mejores productos de la Isla, entre los que se encuentran el aceite de oliva del sur, el vinagre de vino de Abona y excelentes mojos caseros.

En la Recova, un paraíso gastronómico para los amantes de la calidad, para los gourmets más exigentes o para encontrar el regalo útil y original que siempre gusta. Un delicioso mundo servido a granel.