Para interpretar un plato hay que conocer y manejar los fundamentos de la cocina, pero si lo que se pretende alcanzar es la síntesis del buen gusto, a las herramientas hay que añadirles técnica, al menos una pizca de corazón y, también, un buen puñado de compromiso.

El resultado es ese tipo de platos, bien arregladitos y simples, pero sobre todo sinceros, del estilo de los que pueden encontrarse en Tapias La Bodega, un local enclavado en el corazón de La Orotava y que Abraham Barroso ha cubierto de una particular identidad hasta convertirlo en un espacio encantador.

La oferta se orienta a la fórmula del tapeo o al picoteo desenfadado y sabroso, acomodado al bolsillo y gustoso en boca. Abraham mantiene bien despierto el celo por el producto y, así, al visible sello de Alimentos de La Gomera se suma el acopio de materia prima originaria del mercadillo y, preferentemente, de raíz canaria.

La alternativa de ofrecer vino por copas también da salida al menos a unas 12 referencias de las Islas, aunque en este caso bien vale un Tajinaste tinto tradicional.

El empeño por buscar fusiones, pero sin forzar, desemboca en un jamón ibérico acompañado de almogrote verde (cilantro, perejil y ajo), junto a un higo pasado y su pedazo de queso. Asimismo, una tosta de serrano con foie y mermelada de cebolla realza su sabor con sal de Fuencaliente.

Cuchara en la mano, la sorpresa se llama judías de manteca de Icod El Alto -se deshacen- con gambas y langostinos y servidas en su pote, un guiño a La Rioja.

La cocina arregladita tiene que ver con una carne de cabra desmenuzada y pasada por huevo, con un queso gomero, de La Empleita, más berros: un manjar. Y no lo es menos una carrillada de cerdo; atún en mojo rojo con batata, papas, piña y costilla; la hamburguesa de cabra... El remate, un vaso de guayaba y espuma de queso con Arautava dulce...

La síntesis del buen gusto.