Montaditos para todos los gustos, algunos hasta con su cierta complejidad culinaria; cazuelas con diferente género; frutos de la mar (ostras, gambas, camarones,...) se incorporan, junto a una amplia carta de vinos, a la nueva tasca.

El establecimiento, que abrirá el próximo jueves 19 en el número de la avenida de Anaga, nace de la mano de Rosa Robert (en la foto de Manuel Expósito), empresaria de la restauración que hasta hace unos pocos meses se encontraba al frente de La Romana, en el callejón del Combate.

Una experiencia que consolidó aquel restaurante con nombre propio y cuyo caudal culinario inspira este nuevo proyecto, que propicia en la capital tinerfeña un "formato de tapeo", además de la posibilidad de degustar buen marisco los fines de semana.

Los bocados -al igual que La Romana- se elaboran con productos de mercado y temporada, con una calidad que queda plasmada en el recetario canario y español, pero sin dejar de lado ciertos matices de modernidad. Junto a la morcilla y los pimientos con huevo, resaltan en esa carta los pimientos rellenos de changurro, cocido madrileño o pisto con huevo. Montaditos, también, con combinación de sabores cuyo único límite será la imaginación de los cocineros de la casa.

El Capricho, con una clara intención de amoldarse a lo que mandan las circunstancias actuales y a su propia denominación, dará la posibilidad de encargar mariscadas los fines de semana, cubriendo con ello otro importante segmento, que siempre forma parte de los antojos gastronómicos del público.

La bodega es otro de los aspectos minuciosamente cuidados. Una amplia oferta de caldos en la que las referencias de las Islas compartirán protagonismo con los de las más conocidas denominaciones de origen del país, entre ellas, Rioja y Ribera del Duero. La posibilidad de degustar algunos de esos vinos, acompañándolos de algo para picar, será otra de las opciones que se abren con puesta en marcha de este espacio del buen comer.

El objetivo, afirma Rosa Robert, es proponer algo diferente en un local acogedor, siempre con el trato familiar que ha caracterizado su trayectoria en la restauración. "La satisfacción del cliente es la principal ganancia y prioritario fijar precios asequibles para todos a pesar de la alta calidad de los platos", subraya.

Destaca, asimismo, la estupenda ubicación de El Capricho, en pleno centro de la ciudad, frente a la zona portuaria.

El hecho de que vaya a contar con una terraza, dota a la tasca de un atractivo añadido, especialmente para disfrutar en la época estival.