El verano se ha instalado definitivamente en los termómetros y, como cada año, los helados artesanales se convierten en un efectivo antídoto contra el calor con sabores tan refrescantes como manzana, pera y yogur.

Igual que en el mundo de la moda, los helados se rigen por tendencias estacionales y para esta temporada estival se llevan sabores frescos y afrutados con propuestas bajas en calorías y hasta sin azúcar, aptos para diabéticos, tal y como han comentado responsables de varias heladerías artesanas consultados.

La feria de helados de Rimini (Italia), considerada por muchos la capital mundial del helado, es uno de los referentes del sector y donde se cuecen algunas de estas tendencias, explica Antonio Multari, maestro artesano de la cadena de heladerías Giangrossi.

Multari, que a lo largo de su carrera ha creado helados salados, como de queso azul o aceite de oliva para acompañamientos culinarios y que defiende las combinaciones con productos calientes como café o batidos durante el invierno, ha lanzado este año un helado de flan que se une a la lista de 40 sabores de su heladería.

La manzana es otra de sus propuesta "porque las frutas son más frescas para el verano" y ha afrontado la proliferación de las "yogurterías" -establecimientos que ofrecen yogur helado acompañado de trozos de fruta o chocolate- con su propia creación inspirada en este lácteo.

Michele Merola, de la heladería Solo Nature, ha relatado cómo en su Italia natal los sabores "crema" (chocolate, vainilla, nata) se reservan para el invierno mientras que para el verano abundan mezclas con hasta un 40% de fruta que resultan "más ligeras, frescas y con menos azúcar".

Para este verano Merola propone helados de maracuyá y mora, que confirman el gusto del público por los helados saludables, una categoría en la que los helados de fruta se han abierto camino porque "apenas se les añade azúcar y para engordar con un helado artesanal hay que comer un montón, los industriales son otra cosa".

Cristina, encargada de uno de los establecimientos de Gelatería La Romana, comenta que a la gente le cuesta probar los nuevos sabores, como los de pera y manzana que han lanzado este año, ya que los clásicos de chocolate y vainilla siguen siendo los favoritos.

Para salvar esta dificultad, cada día recomiendan un helado diferente en la pizarra que preside el mostrador y no son pocos los clientes que, empujados por la curiosidad, se atreven con sabores menos comunes como la naranja o el elaborado en homenaje al Día de la República de Italia de crema de vainilla y avellanas, bizcocho de chocolate y chocolate fundido.

Clásicos e innovadores, los heladeros artesanos coinciden en que los productos frescos deben primar por encima del precio.