Con trece variedades monoflorales -como la retama del Teide- las mieles de Tenerife exhiben "mil colores y mil sabores", desde el ámbar líquido hasta la oscuridad caramelizada de la elaborada con aguacate, y desde ahora ven premiada su calidad con la Denominación de Origen protegida.

Con 92 productores inscritos, 4.320 colmenas y 16 centros de elaboración y extracción de miel, las mieles de Tenerife son las primeras de Canarias y las terceras en España -tras La Alcarria y Granada- en obtener la Denominación de Origen protegida, una distinción concedida en febrero y que en seis meses deberá ratificar la UE.

En la presentación hoy de las primeras cuatro mieles avaladas con este distintivo de calidad el director de la Casa de la Miel de Tenerife, Antonio Bentabol, subrayó que la seña de identidad de los productos apícolas de la isla son "sus mil colores y mil sabores", lo que la convierte en la de mayor variedad de flores de España.

Prueba de ello es el color extra blanco y con tonalidades doradas de la miel producida con retama del Teide hasta el ámbar oscuro con tonalidades verdosas de la mielada, el nácar de la elaborada con malpica y el beige claro de la hecha con barrilla.

Pero también hay mieles transparentes confeccionadas a partir del tajinaste, marrones oscuras con castaño, rojizas con brezal y sucesivos tonos de ámbar en las de relinchón, hinojo, poleo, pitera, tedera.

La más oscura de todas, que puede lucir prácticamente negra en un envase de 500 gramos, es la de aguacate, de fuerte intensidad y sabor salado que recuerda a la salsa de soja, y que ha sido la primera en envasarse con el sello de la Denominación de Origen tras ser producida en Los Realejos.

Sólo se produce en Canarias y en el sur de España, y cada vez es más demandada por los consumidores, señaló Bentabol.

La última en llevar la etiqueta que proclama su calidad ha sido una miel multifloral producida en los montes de Vilaflor, un "simbolismo importante" porque días después la zona fue pasto de las llamas del incendio que afectó al sur de Tenerife.

Es ámbar y naturalmente fluida, con tonos ligeramente amarillos y sabor suave, los que emanan la mezcla de flores como el bejeque, el escobón y el relinchón.

La tercera miel amparada por la Denominación de Origen es una miel multifloral de las cumbres de Tenerife, que cristaliza de forma natural y exhibe un ámbar suave con notas amarillas, propias de la flora de medianía.

Y la cuarta es una miel "intensa, oscura y fluida", también multifloral pero con predominio del brezo de La Orotava, con un olor intenso que recuerda "a bosque, a humo" y que en la boca deja un sabor "caramelizado, tostado" ya que las mieles oscuras son menos edulcorantes que las transparentes.

En el acto la directora del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria del Gobierno regional, Sulbey González, señaló que la tramitación de la Denominación de Origen se inició a propuesta de la Asociación de Apicultores de Tenerife (Apiten) y su obtención provisional garantiza que es un producto de calidad sometido a controles y con todos los requisitos de seguridad alimentaria.

José Joaquín Bethencourt, consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, consideró que la miel de la isla es un producto "pequeño" por el número de personas que la producen -unas 700- pero "mimado" por su calidad, y aseguró que el distintivo "es un logro de todos: del sector y de todas las instituciones".

Juan Jesús Ramos, presidente de Apiten, consideró que hoy "es un gran día" para los apicultores porque, si la miel de Tenerife "ya tenía prestigio", ahora cuenta con "más argumentos" para fomentar su comercialización.