La vinoteca especializada, ubicada en el entorno del Patio Central del Mercado Nuestra Señora de África, en Santa Cruz, se convirtió, durante el mediodía del pasado jueves santo, en un punto improvisado de degustación de torrijas de diferentes y variadas facturas, elaboradas por particulares que quisieron sumarse al ratito distendido mientras efectuaban las compras en los puestos de la Recova. La propietaria Betty Higuera, descorchó un Humboldt blanco verdello para acompañar con los bocados dulces, tal y como marca la tradición con este tipo de maridajes de la Cuaresma.