El buen chef madrileño, titular del restaurante Coque de Humanes (una estrella Michelín), fue uno de los iconos justo durante el incipiente auge en los espacios televisivos de las cadenas especializadas.

Con una marcada personalidad, evidente en sus creaciones culinarias, Sandoval siempre salta a menudo a la actualidad tanto por sus vinculaciones con proyectos solidarios para los más desfavorecidos como por sus incursiones en recursos como el café para la línea salada. Hace unos días, ofreció una "masterclass" para profesionales, invitado por Mahou, destinada a hosteleros y profesionales de la restauración tinerfeña, y que tuvo lugar en el hotel Mencey de la capital tinerfeña.

En un hueco de su agenda, pudo ofrecer la visión de su trabajo actual en una entrevista ligerita. "Estoy sumergido en la tarea cotidiana del restaurante, pero también viajando y evolucionando, algo que, estimo, es vital para un cocinero".

"Los que nos dedicamos a esto -remarcó- estamos siempre supeditados a los ideólogos del sabor, los críticos; por otra parte, a la técnica, a las tendencias cambiantes en el campo culinario... En mi caso, me estoy centrando en la cocina como identidad, materializada esta idea por un rescate decidido del alimento fresco y una mirada amplia a la huerta".

Mario Sandoval esta covencido, por ejemplo, que los cocineros que tienen un huerto y pueden acceder a determinados productos en su propio restaurante "son unos privilegiados". Sobre sus indagaciones en el café para propuestas sólidas y saladas, el jefe de cocina considera que es interesante en verde y tostado, y que va muy bien con la caza, no así con el pescado.

Además de sus óptimas relaciones con varias ONG, Sandoval está desarrollando las clases magistrales en distintos puntos de España. En esta ocasión, aprovecha para comentar que el producto canario "es fantástico, y eso se encarga de refrescármelo Juan Carlos Clemente cada vez que vengo".