Zanahoria, sandía, fresa, pimiento amarillo asado, e incluso algas, albahaca o tunos indios -una variedad silvestre de higo-pico que se encuentra en Canarias- son los ingredientes que se han sumado a la corte de habituales del tradicional gazpacho, líder indiscutible del recetario estival.

El canario Alexis Álvarez también recurre al producto del entorno de su restaurante Los Guayres, en Puerto de Mogán (Gran Canaria) para su particular versión de la especialidad, al que añade tunos indios, una variedad de higo-pico de tintura muy intensa, similar a la que da la remolacha.

La sopa fría, de sabor más dulce, la sirve este chef acompañada de una vinagreta de tomate Brunoise y cebollino, sorbete de manzana Fuji y langostinos.

"Para los que no puedan conseguir tunos, se pueden sustituir por cerezas picotas, que también van a aportar al plato ese gusto más dulce y el color burdeos inconfundible", afirma.

El gaditano Ángel León se inspira para sus platos en la despensa atlántica de la Bahía de Cádiz donde se ubica su restaurante Aponiente (El Puerto de Santa María), y, para el gazpacho, propone añadir cien gramos por litro de un alga conocida como "lechuga de mar". "Es un alga muy suave, fácil de comer y que va a dar al plato un toque aún más refrescante, en el que se insinúe el mar, pero de una manera muy sutil", precisa el autoproclamado "chef del mar".

Desde la cuna del gazpacho, en el hotel Barceló Renacimiento de Sevilla, han diseñado una carta específica de estas sopas frías, con cinco versiones diferentes, para tomar en su terraza, un reconstituyente sano, ligero y refrescante para combatir las altas temperaturas. "Se dice que existen tantas recetas de gazpacho como gente que lo prepara, pero nosotros hemos incorporado algunas propuestas novedosas para que el comensal no se aburra", señala el jefe de cocina del hotel, José Antonio González.

Sobre la "esencia" de todo gazpacho -tomate, pepino y pimiento-, González introduce variantes que resultan en gazpacho amarillo, con pimiento de asar amarillo, pepino y tomates amarillos; el de fresa, al que añade tomates muy maduros y pimiento rojo; o el de zanahoria, cuyo gusto dulzón contrarresta con zumo de limón, comino y orégano.

Aunque, para el propio cocinero, su propuesta más original es el gazpacho de albahaca, elaborado con tomates verdes, albahaca, vinagre de manzana y pimienta.

Según el chef, son propuestas "muy nutritivas y refrescantes, elaboradas con los mejores productos de la zona", y sobre todo, bajas en calorías, adecuadas para los que en pleno verano sigan a raja-tabla la "operación bikini".

Ideas novedosas y originales que se suman a las tradicionales versiones de gazpacho extendidas, sobre todo, por Andalucía, como el ajoblanco -frecuente en Málaga, Granada, pero también en La Mancha-, con ajo, aceite, pan, almendras y piñones; o el salmorejo cordobés, más espeso y contundente, sin agua y con mayores dosis de pan.