Rodrigo de la Calle, impulsor de la "gastrobotánica", un concepto de cocina con vegetales que le ha valido una estrella Michelin, ha sido fichado como chef ejecutivo del lujoso hotel Villa Magna de Madrid, al que se incorporará el 1 de octubre.

El joven chef madrileño ha anunciado en su cuenta en Twitter que está "muy feliz" y que no cerrará el restaurante con el que consiguió un brillo de la guía francesa y dos soles Repsol, De la Calle (Aranjuez, Madrid), desde el que impulsó lo que denominó "revolución verde", gracias a la colaboración con el botánico Santiago Orts, director de los viveros del Huerto del Cura.

Rodrigo de la Calle -que tiene reconocimientos como Chef de L''Avenir por la Academia Internacional de gastronomía, Cocinero Revelación en Madrid Fusión y Cocinero del Año por la Cámara de Comercio de Madrid- ejercerá como chef ejecutivo de todos los espacios gastronómicos del Hotel Villa Magna, con cinco estrellas, pero especialmente de su restaurante principal, del mismo nombre.

"Esta incorporación es una fuerte apuesta tanto para el hotel, que contará a tiempo completo con uno de los chefs más reconocidos del panorama nacional, como para Rodrigo de la Calle, que da un importante paso en su trayectoria profesional, asumiendo el reto de dirigir todos los aspectos culinarios de uno de los hoteles más lujosos y exclusivos de Madrid", ha informado hoy el hotel.

La cocina de De la Calle se caracteriza por "su profundo respeto al medioambiente ya que adapta siempre sus saludables menús a las oportunidades que brinda la propia naturaleza, utilizando productos de temporada y evitando aquellos que no son sostenibles", añade.

Este chef ha trabajado en restaurantes madrileños como Lhardy, Goizeko Kabi, Romesco y Lur Maitea; en La Taula del Hotel Milenio (Elche), y con estrellas Michelin como Andoni Luis Aduriz en Mugaritz (Enterría, Guipúzcoa), Quique Dacosta (en el antiguo El Poblet, hoy Quique Dacosta Restaurante) y Martín Berasategui en Lasarte, además de colaborar con el repostero Paco Torreblanca.