La moda de los restaurantes efímeros y a veces itinerantes forma ya parte del panorama gastronómico de Bruselas, en donde algunos de ellos ofrecen exclusivas cenas gourmet durante unos días y después desaparecen.

Tras el éxito que tuvo el itinerante "The Cube", que después fue a Milán y a Estocolmo, en el parque del Cincuentenario de Bruselas, o de la plataforma volante "Dinner in the sky", esta próxima semana le llega al turno a otro restaurante que tendrá una vida de tan solo ocho días.

El escenario para cenas gourmet y actuaciones exclusivas, hasta para 35 personas, es un loft situado en una antigua fábrica cercana al canal de Bruselas y en un ambiente de los años cincuenta.

Los comensales degustarán un menú de tres platos elaborado por chefs profesionales y aficionados, y disfrutarán de una selección de vinos premiados en el Concours Mondial de Bruxelles, otros de origen manchegos, de la bodega Los Aljibes, y para el aperitivo espumosos del Institut del Cava.

Con un espectáculo de música en directo distinto cada noche y sentados a una misma mesa, serán atendidos con cercanía y sin camareros profesionales por cuatro anfitriones, entre los que figura el propietario del loft, Gianluca Frinzi.

La diseñadora de interiores Celine Blanc, de Le Show Room, y la curadora Elise Luong, de Undecided Productions, se esforzarán por recrear un ambiente propio de la década de los cincuenta. Todas las obras y el mobiliario estarán a la venta.

La bilbaína Anne San Miguel recibirá a los asistentes, hará las presentaciones y se asegurará de crear un ambiente cómodo que facilite que todo el mundo se conozca.

"Brussels in loft", como sus creadores han bautizado a esta experiencia, está estructurada entorno a un estudio diáfano que alberga una cocina abierta, en la que se preparará y emplatará la cena a la vista de los asistentes.

"Hemos ideado lo que sería una noche redonda para nosotros: una cena ''gourmet'' sin pagar un precio desorbitado, y disfrutar de un espectáculo de artistas locales emergentes en un loft privado transformado en restaurante, en el que se expondrán obras de arte", explicó una de sus organizadoras, la española Paloma Cabeza.

"Además, y este es el punto en el que se diferencia de otro tipo de planes, puedes conocer a mucha gente interesante gracias al ambiente íntimo que se crea en una casa privada", añadió.

Cabeza aseguró que con "Brussels in loft" la "clásica salida a un restaurante" es mucho más que una experiencia gastronómica, se convierte también en una "experiencia musical, artística y de networking".

La experiencia, que dura tres horas y media y tiene un precio fijo de 45 euros por persona (unos 60 euros), incluye el menú degustación de tres platos, dos copas de vino y un refresco.

"Queremos que la gente se sienta cómoda y que el encuentro también sea una experiencia social", comentó otro de sus promotores, Manuel Pueyo.

Destacó también la presencia entre los cocineros del español Pedro García, funcionario de la Comisión Europea y aficionado a la cocina en su tiempo libre.

Para el 5 de octubre, ya se ha previsto que García elabore una selección de tapas como espuma de guacamole y mus de salmón con grissini caseros, crema de calabaza con aire de serrano, vieira en su vinagreta sobre cama de fideos crujientes, dados de atún rojo a los dos sésamos y magret de pato con reducción de oporto entre otras delicatessen.

De postre, una explosiva mezcla de fresas y chocolate belga y gajos de naranja al aceite de oliva con sal de Maldon.

El conjunto acústico "Imaginary Folklores", en formato de música de cámara, tocará esa misma noche un repertorio decididamente contemporáneo y cosmopolita de composiciones e improvisaciones originales.

Los tres miembros del grupo se unen para crear una música tan diversa como sus antecedentes, mezclando influencias del centro de Europa, Argentina, Finlandia, Canadá y la India.