A veces es positivo salir sin planes, a lo que salga, decidiendo sobre la marcha... vamos aquí, paremos allá .... De esta forma estarás abierto a lo que la vida te ofrezca ese día. Te paras, por ejemplo, a comer en un sitio que nunca has ido y del que un conocido te dio referencias y... te puedes llevar una sorpresa agradable: comida buena, local decorado con gusto... y a seguir rumbo hacia adelante. Sin esperarlo te encuentras con un rebaño de cabritas pastando a su ritmo... les sacas fotografías, te paras a contemplarlas... Miras al cielo y ves unas nubes con unas formas espectaculares colgadas de un fondo azul... respiras. Ves el mar a lo lejos

Cuando te vuelves realmente consciente de esas cosas que das por hechas y en las que ni te fijas, reaccionas y te sientes afortunado de poder disfrutarlas. A veces, cuando vas paseando y ves esas casas enormes con todo y más, piensas si realmente sus habitantes serán felices,

Cuando no te falta de nada, te olvidas de valorar, esas pequeñas cosas, que hacen que la existencia merezca la pena... unas risas con los amigos, unos abrazos a la gente a la que queremos, escuchar esa música que nos remueve emociones... o encontrarte de sorpresa en plena calle una banda y una pareja de bailarines ejecutando un baile de swing que hace que se te deslicen solos los pies.

Pues eso es salir sin rumbo, pero con el ánimo dispuesto y... si es con compañía agradable, mejor que mejor. Y ahora a lo nuestro, a la receta que nos da ideas para nuestro menú. Hoy encontré apropiada esta que aquí les describo, una mezcla agridulce, con un toque del sabor característico de los piñones:

Ingredientes: 400 gramos de arroz, el doble de la medida de arroz de caldo de ave, 3 cucharadas soperas de aceite de oliva, 1 cebolla pequeña, 1 cucharadita de curry, ¼ kilo de gambas cocidas, un puñadito de pasas, un puñadito de piñones, 1 pimiento verde pequeño, 1 sobre de azafrán, sal.

Elaboración: en un caldero chato poner aceite a calentar y, cuando esté caliente, echar la cebolla pelada y picada menudita, dejándola cocer hasta que esté transparente. A continuación añadirle el arroz y el pimiento cortado en tiritas (sin venas y semillas) y, rehogar. Espolvorear con el curry y añadir el caldo. Añadir las hebras de azafrán machacadas en el mortero y desleídas en un poco de agua. Añadir entonces las gambas cocidas y peladas (dejando algunas para el adorno), las pasas y los piñones (tostarlos un poquito antes de agregarlos). Salar, revolver, tapar y dejar cocer a fuego suave hasta que el arroz haya absorbido todo el caldo. Dejarlo reposar unos minutos antes de servirlo.

Mmm ¡Feliz semana!