El "proyecto de informe sobre el patrimonio gastronómico europeo: aspectos culturales y educativos", que pretende conseguir una regulación europea para incorporar al sistema educativo conocimientos sobre alimentación, nutrición, gastronomía y ejercicio físico, ha sido presentado hoy en Madrid.

Durante el acto, celebrado en la sede de las Instituciones Europeas en la capital española, se ha puesto de relieve la importancia que la educación tiene a la hora de comer bien, algo que implica, además de llevar una dieta equilibrada, unas mejores relaciones sociales y culturales.

"No hay nada que una más que la gastronomía", que una comida en torno a una mesa, ha indicado el director de la oficina del Parlamento Europeo (PE) en España, Ignacio Samper.

Con él ha estado de acuerdo el secretario de Estado para la Unión Europea (UE), Íñigo Méndez de Vigo, para quien "es una magnífica idea que utilicemos la UE para que todos los europeos tengamos políticas semejantes, también en el tema de comer. Los acuerdos se logran mejor en torno a una mesa".

El ponente del proyecto de informe, el eurodiputado del Partido Popular Europeo (PPE) y miembro de la Comisión de Educación y Cultura Santiago Fisas, ha resaltado los principales aspectos que recoge el texto además de los educativos; estos son los culturales y los económicos.

Desde el punto de vista educativo, ha destacado el hecho de que "los niños también pueden educar a los padres" y convencerles de comer bien.

De ahí la relevancia que tiene la escuela en este tema, y en concreto, establecer una correcta alimentación en los colegios, la formación del profesorado y la necesidad de desarrollar la actividad física, entre otros, porque "una buena nutrición mejora la capacidad de aprendizaje", ha explicado Fisas.

En el apartado cultural "difundir la diversidad y riqueza de la gastronomía europea, la promoción de los productos artesanales o la preservación del patrimonio gastronómico local" es lo que persigue el informe.

"La gastronomía influye en la economía de muchos sectores" como en el turismo y en las industrias agroalimentarias, pero sobre todo se quiere "preservar la salud de los consumidores y que a la vez mantengan el placer que supone comer", ha dicho el eurodiputado en cuanto a la relación gastronomía y economía.

En ese sentido, ha recordado que "bastantes eurodiputados" tacharon de "frivolidad" este proyecto de informe debido a la crisis económica.

"No es una cuestión de frivolidad", ha aclarado Jaime Mayor Oreja, vicepresidente del grupo del PPE, "es cuestión de influir en la conducta de las personas" ya que la actual crisis "no es solo financiera, ni económica ni institucional, está en las personas" y por tanto la solución está también en ellas.

"Hemos sustituido el bienestar por comodidad, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", ha apuntillado.

El informe se presenta mañana en Bruselas y, tras el plazo de enmiendas, se tiene previsto su votación el 13 de febrero en la Comisión de Cultura del PE para que vaya a pleno en abril (se intentará adelantar a marzo).