El español El Celler de Can Roca, de los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca, se coronó hoy por segunda vez como el mejor restaurante del mundo en una ceremonia en Londres organizada por la revista británica "Restaurant".

La adaptación de la cocina tradicional catalana que los Roca sirven en su local de Girona se alzó por delante de la propuesta innovadora del italiano Massimo Bottura, segundo con su Osteria Francescana, y del naturalismo gastronómico del danés Noma (René Redzepi), que sucedió a los españoles el año pasado en lo más alto del ránking y cae ahora al tercer puesto.

La cocina latinoamericana fue una de las sensaciones de la noche en Londres, con el Central, del peruano Virgilio Martínez, en cuarta posición, por delante de otros favoritos como el estadounidense Eleven Madison Park, quinto, y el también español Mugaritz, que mantuvo el sexto puesto del año anterior.

Los hermanos Roca, emocionados tras la ceremonia, reconocieron su "sorpresa" al haber revalidado el cetro como mejor restaurante del mundo a pesar de que los rumores previos a la ceremonia apuntaban a que la primera plaza estaba reservada para Bottura o bien para Daniel Humm (Eleven Madison Park).

En una rueda de prensa con Juan Mari Arzak sentado en primera fila, Joan Roca, jefe de cocina en El Celler, habló de la "responsabilidad" que supone haber recibido por segunda vez el mayor reconocimiento de la cocina mundial, un honor que el también español Ferran Adrià mereció en cuatro ocasiones, entre 2006 y 2009.

"Estamos felices. No esperábamos la sensación de volver a vivir algo tan maravilloso, como hace dos años", dijo el cocinero, que subrayó que "hay grandes restaurantes en la lista y cualquiera podría estar en el número uno".

Los hermanos Roca pusieron además en valor el éxito general en esta edición de la cocina española, que ha colocado a siete representantes entre los cincuenta mejores, entre ellos Albert Adrià, que entra en el puesto 42 con el barcelonés Tickets y ganó además el título al Mejor Repostero del Mundo.

Josep Roca, el sumiller de la familia, destacó además el auge de la cocina mediterránea, con dos representantes entre los tres primeros -un restaurante español y uno italiano-, mientras que Jordi, el repostero, todavía en estado de "shock", atribuyó el éxito compartido de los españoles a "no tener secretos" y "divulgar todo lo que se hace".

Andoni Luis Aduriz volvió a situar Mugaritz entre los diez primeros con una cocina innovadora, basada en los productos de cercanía, que asegura haber "mantenido durante los últimos 17 años".

"Mugaritz tiene mucho contenido", explicó Aduriz, que destacó los proyectos de investigación que ha iniciado en colaboración con diversos restaurantes del mundo que espera que den nuevos frutos en los próximos años.

La mayor subida en la lista este año la protagonizó el también español Victor Arguinzoniz, que con la cocina de leña del Asador Etxebarri pasa del 34 al número 13, tan solo unos escalones por debajo del "top 10".

También mejora su posición Eneko Atxa, que ha hecho subir la cocina sostenible de Azurmendi desde el número 26 al 19.

"Estamos haciendo algo muy bonito. La gente está acudiendo y para mí no hay mayor recompensa, que la gente venga al local. Eso es lo que buscamos", dijo Atxa.

Juan Mari Arzak y su hija Elena, en cambio, se deslizaron desde la octava posición de 2014 hasta el décimo séptimo lugar que ocupan este año con su restaurante de San Sebastián.

El séptimo español entre los 50 primeros fue Quique Dacosta, que avanzó dos puestos respecto a su posición del año pasado, hasta alcanzar la plaza número 39 del ránking.

Entre los latinoamericanos, destacó una vez más el restaurante brasileño D.O.M., del chef Alex Atala, que se mantiene entre los diez primeros a pesar de haber caído desde la séptima a la novena posición.

Tres restaurantes peruanos entraron además en la lista: Maido, en Lima, que entró por primera vez en el ránking en el puesto 44, y Astrid y Gastón, que sube del 18 al 14, además del Central.