El tinerfeño Petar Marinov (Grupo Monkey''s) saboreó el noveno puesto entre 18 contendientes representando a Canarias y estuvo en un tris de dar la campanada en la fase final del Campeonato del Mundo de "tiradores" de cerveza organizado por Heineken en la capital de Holanda. Fue en mayo y el representante canario -al que llamaban cariñosamente Pepe- conquistó el reconocimiento de todas las delegaciones por simpatía y buen hacer.

-¿Para usted la cita de mayo significó un antes y un después?

-Realmente yo intento seguir una trayectoria con firmeza, preparándome a conciencia como un bartender eficiente. Eso es lo que realmente importa y es lo relevante. Pero, claro que la experiencia vivida en Amsterdam entra en esas tan contundentes relacionadas con el oficio que confieren otra manera de ver las cosas.

-¿Tiene en sus planes volver a la Global Bartender Final by Heineken, que en la edición de 2015 ganó finalmente su colega rusa?

-Por su puesto, si se me presentara la oportunidad y superara las eliminatorias. Creo que podría optar a un mejor puesto -y vencer, porqué no- ahora que tengo un plus de conocimiento acerca de la dinámica de las pruebas.

-En serio. ¿Resulta tan "complicado" servir una buena caña?

- La máxima excelencia en el servicio de la caña es lo que hace que el consumidor pida la segunda. Nosotros practicamos eso día a día y no lo decimos nosotros: lo afirman nuestros clientes. La cerveza sabe diferente. Los cinco conceptos básicos del Star Server -el ambicioso programa internacional de la firma cervecera holandesa- son: 1) Rinse the glass (Lavado y revisión estricta del vaso); 2) Pouring angle 45º (Tirar la caña con el recipiente en 45 grados y sin tocar las paredes del vaso); 3) Skim (retirar espuma sobrante con una paletilla); 4) Check for perfect head (comprobar que la franja de espuma se ajusta a la línea del logo, la estrella roja identificativa); y 5) Server on a coaster (servir al cliente con dicho logo colocado frente a su vista con un ligero y elegante giro del vaso... y una sonrisa).

-En el foro GastroCanarias se vivió otro campeonato con las bases del Mundial de Amsterdam.

-No presencié esa final por obligaciones profesionales pero mis "espías" me contaron que estuvo soberbio. Un muy buen nivel y con Abel López, grandísimo bartender, como campeón.

-Usted llamó la atención en el Mundial con una impecable indumentaria tocada con pajarita. ¿Qué relevancia tiene la uniformación en el servicio?

-Toda, pero al igual que otros detalles. El bartender debe ser un compendio de buenas maneras ante el contacto visual del público; buen aspecto -no solo aparentar sino sentirse guapo-. Una sonrisa franca es, desde luego, parte del uniforme. En mi caso particular, lo de la pajarita fue un obsequio que luego he cogido como talismán y así tengo varias para lucir en la labor diaria.

-En su criterio, ¿qué marida bien con la cerveza o de ninguna manera?

-La cerveza no me pega nada con lo dulce, con los postres, digamos un brownie, tarta, etc. De resto, no elegiría nada en particular porque con la línea salada hay mil y una opciones excelentes.

-¿Le convencen las combinaciones?

-Con limón o gaseosa, tipo sprite son opciones refrescantes y muy válidas.

-¿Qué consejo daría a los chicos y chicas que quieren adentrarse en esta actividad laboral?

-Que te guste y mucho. Que la actividad sea un placer; en estos menesteres uno no puede mirar el reloj. Nutrirse de conocimientos e información continuamente: indagar sobre los mundos del vodka, whisky, cerveza,... que redundarán en el servicio al cliente.

La fuerza del grupo

"Pepe" Marinov, que sacó a relucir en Amsterdam su don de gentes y su capacidad para "tantear" a los que iban a ser sus adversarios durante el cóctel de bienvenida en el hotel Hilton, hace hincapié especial en la unión y camaradería de la delegación de Canarias (con entidad de país por su condición de unidad de negocio). El bartender de origen búlgaro, que estará en el Mundial de Coctelería de Sofia (Bulgaria), del 10 al 15 del próximo mes de octubre, se hizo notar junto a la citada expedición implicada siempre en ofrecer la amabilidad del carácter isleño, por lo que desde estas líneas hace un reconocimiento expreso a todo ese grupo humano que le acompañó.