El chef mexicano Enrique Olvera, dueño del restaurante "Pujol", fue galardonado hoy por su trayectoria, en el marco de la tercera edición de los premios a los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, por ser "la fuerza que ha liderado el cambio de percepción sobre la cocina mexicana en el mundo".

El reconocimiento le fue entregado durante la gala, que se celebró en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, ubicado en el centro de la Ciudad de México, y que acoge México por primera vez después de que Perú fuera sede de esta premiación en las dos ediciones anteriores.

Según la organización, el "talento" de Olvera "es enorme, tan grande como su curiosidad" y "su carrera ha estado siempre impregnada de un profundo amor y respeto por las cocinas de México, dichas en plural".

"Agradezco a la gente que me ha acompañado. Agradezco a mi familia carnal y putativa. Estoy aquí en este momento pero deberían estar otros que abrieron camino. Gracias a Memo (Guillermo González Beristáin), a Alicia (Gironella) y a Gerardo (Vázquez Lugo) que han abierto camino en Méixco", dijo Olvera al recibir la distinción.

En la gala de este miércoles, su restaurante "Pujol" quedó en el noveno lugar de la lista, cuando había logrado el tercer y sexto puesto en las dos primeras versiones de los galardones, celebradas en Lima.

Pese al reconocimiento, Olvera prefiere las cosas simples y mantener los pies en la tierra, un espíritu que transmite a través de su cocina.

En el pasado el mismísimo Ferran Adrià llegó a decir que "existe cocina mexicana antes de Enrique Olvera y después de Enrique Olvera".

Nacido en 1976, a corta edad desarrolló su pasión por la gastronomía, lo que lo impulsó a marchar a Nueva York donde estudió en el Culinary Institute of America (Nueva York).

A los 24 años abría en el barrio Polanco, zona selecta y cosmopolita de la Ciudad de México, su restaurante Pujol, lugar de referencia, donde la innovación y la tradición coexisten de forma armónica.

En octubre del año pasado probó fortuna en Nueva York con Cosme, que en poco tiempo se ha convertido en un referente gastronómico de la Gran Manzana.

Sus platillos han inspirado a toda una generación de cocineros, pero su labor no se ha limitado a los fogones.

En 2012, lideró la creación de Mesamérica, una serie de conferencias culinarias para estimular el debate sobre la cocina en América Latina y la producción de alimentos.

La cita de este año, cuyo nombre cambió a Mesaredonda, se celebró esta semana en el Museo de Antropología de la Ciudad de México y puso el acento en el papel de los cocineros como agentes de cambio y responsabilidad social.