El calendario de mayo en el ámbito gastronómico canario se presenta de lo más dinámico y atractivo, y no hay más que otear convocatorias ya clásicas en este mes de las flores y de la Comunidad Autónoma, caso del Salón GastroCanarias (que cumple su tercera edición) y el Foro Cocinarte, con sede en La Laguna.

Mientras ambos foros preparan motores, en la capital grancanaria comenzaba el miércoles La Pasión Alimentaria, un encuentro que se desarrollará hasta hoy con coloquios, análisis, ponencias y una serie de acciones para divertimento del público en general, en un programa de show-cooking, arquitectura con chocolate y hasta lanza-cuchillos de cocina.

Como también en Cocinarte, el director de esta cita, el profesor Francisco Almeida, pretende abrir campos para reflexiones que sirvan de hilo conductor para descubrir y, en su caso fortalecer, aquellas facetas en las que se debilita el potencial de un sector tan fuertemente ligado ya a un destino turístico por el que pasan anualmente casi 13 millones de turistas.

Asistí a la jornada inaugural en la que fueron abordadas dos temáticas realmente interesantes y de las que los participantes sacaron gran partido. En la sesión de la mañana, la emprendeduría en restauración sacó a colación claves edificantes y no las ya manidas con las que se justifica el talón de Aquiles de lo que ofrece el canal Horeca de las Islas, tanto para propios como para foráneos.

Moderado por el periodista Michel Millares, el grupo de invitados tocó algunos "tags" o palabras clave que, estimo, dieron certeramente en varios de los argumentos que pueden sumar a favor de un territorio en el que abundan los establecimientos por metro cuadrado, incluidos los "todo incluido".

Omar Santana, coach y asesor gastronómico, apostó por los emprendedores: "en un momento alguien decide trabajar por sus sueños en lugar de guarecerse bajo el paraguas de la seguridad en el que se empeña en sacar adelante los sueños de otros".

"¿Qué piden los empresarios en las Islas como agua de mayo?". Otra cuestión que formulaba Santana a los presentes, con una respuesta tajante: "¡profesionales bien formados!".

Mientras Rayco Antúnez desglosaba las estructuras de su sistema de franquicia, absorbida en Nueva York, con nuevas palabras clave como ilusión, pasión,..., la mesa apuntó a uno de los argumentos puntiagudos de la mañana, la formación.

Pero, no exclusivamente la académica sino ese aspecto del reciclaje del personal que "para contestar a un cliente sobre un plato o informarle sobre los departamentos de un establecimiento hotelero van al chef a preguntar o entregan un folleto para quitarse "el muerto" de encima".

Antúnez, citando ejemplos como el de la empresaria Tirma Hernández, apuntó que junto al impulso que aporta la ilusión o la pasión, es la perseverancia la que materializa cualquier proyecto gastronómico.

Omar Santana también avisó acerca de "lo goloso" que resulta emprender un proyecto de restauración pero sin las más mínimas nociones de este tipo de negocios (escandallos, inversiones, gastos fijos y variables,...) lo que se traduce en tirar barro a la pared y que algunos formatos que nacían con ilusión, eso sí, terminen cerrando las puertas al poco tiempo.

En la sesión de tarde, con Millares de "guía", se trataron aspectos de la denominada "Dieta Atlántica". Pero eso ya va para un reportaje en toda regla.