Si hay un vino que llama especialmente la atención de todo el que lo ve, es el vino verde. Se trata de un vino que se elabora únicamente en Portugal, concretamente, en la provincia de Minho. Se caracteriza por ser un vino maduro que utiliza como ingrediente principal las uvas jóvenes. La palabra “verde” en el nombre, se refiere a la poca maduración del vino.

En este caso, el color no tiene mucho que ver con el nombre, ya que es un vino de tintes blancos con matices dorados. Cuenta con matices ácidos y afrutados que han conseguido tener éxito en medio mundo, y parte de la producción ya se exporta a países extranjeros que ya toman el vino verde portugués entre sus favoritos.

Además, este tipo de vino verde es un gran digestivo, que puede servir para combatir el calor en los meses de verano. Se trata de un vino espumoso, que tiene un toque ácido muy marcado desde el primer sorbo que se da. Un vino joven que cada vez es mejor valorado a nivel mundial. Una de sus peculiaridades, es que la distribución de las viñas tiene una forma de pérgola, algo que se hace para aprovechar al máximo las características del clima de la zona, en el que la juventud de la uva es el factor diferenciador respecto a otros vinos de las mismas características.

En cuanto al maridaje, hay que tener en cuenta que, este tipo de vino verde, es ideal para platos ligeros y bajos en calorías. Muchos lo consideran el vino de la dieta saludable, perfecto para las personas que se preocupan por su salud. En este caso, encaja a la perfección con las ensaladas y los aperitivos fríos, sobre todo en los casos en los que el marisco en la base del plato.

Las burbujas, además, combinan muy bien con las gambas cocidas, lechuga, canónigos, o tomates cherry, por ejemplo. Es un vino que se puede tomar con carnes o pescados. Tenemos así un vino diferente y exitoso a nivel mundial.